A mi padre
Papá, la preciosa entrevista que te hizo Tania en la edición del Occidente de LA NUEVA ESPAÑA me ha dado la idea para dar este paso. Parece que a los seres humanos, hoy en día, nos es más fácil transmitir sentimientos por escrito que de palabra, por eso aprovecho este canal para darte las gracias.
Gracias, de todo corazón, por los valores que tanto tú como mamá nos habéis inculcado a todos vuestros hijos e hijas. El valor del trabajo, el esfuerzo, la honradez, la solidaridad y, algo no muy habitual en nuestros días, la coherencia con las ideas que defendemos.
Gracias, por que siempre estáis a nuestro lado, en todos los momentos.
Gracias por ayudarnos a transmitir a nuestros hijos, tus nietos, todos estos valores.
Fuí testigo, desde muy pequeño, de tu amor al trabajo incondicionado (no pocos sábados, con menos de 10 años, te acompañaba a la oficina) y de como, priorizando el trabajo y tu servicio a los demás, nunca olvidaste a tu familia.
Sólo espero que logremos una parte de tus éxitos y que nuestros hijos, el día de mañana, puedan estar tan orgullosos de sus padres como nosotros lo estamos de vosotros. Un beso de tus seis hijos y cuatro nietos.
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