Rimas y leyendas

1 de Julio del 2024 - José Luis López Tamargo (Oviedo)

Es bueno vivir en el presente, desde el punto de vista de una mente sosegada. Brotan como hongos todo tipo de técnicos de evolución psicodinámica personal, expertos serios o Cantamañanas del coaching, terapeutas de narcisismos inflamados e ilusionismos basados en contraprogramar que la inmensa mayoría venimos de familias humildes, trabajadoras y honradas, frente a un mundo donde lo único que importa es ser rico, disfrutar sin medida, émulo de un anuncio de colonias en Santorini, fardar con holgura, ser de alguna causa social con bonificación fiscal y publirreportaje. Nadie está a gusto con lo que vive y donde trabaja o le ha tocado en suerte, en Estados Unidos se da la religión de la prosperidad y el éxito. En España, de origen católico, hemos superado el miserabilismo y considerar el dinero como algo malo, afortunadamente, pero nadie quiere ver las fotos de los abuelos en la aldea, sin tragedia ni gloria, mundos de sacrificio, dolientes penurias, mucho trabajo y aguante.

Las ideologías se basaban en la pertenencia a grupos sociales con intereses divergentes, el sentido de la hegemonía cultural, del progreso ascendente de los que habían sido oprimidos, según el relato tradicional marxistoide. Hoy nadie se muere de hambre física, nadie, en nuestras sociedades de iconos, puesta en marcha de grandes montajes inclusivos, ofertas incesantes y publicidad que anida en el subconsciente, vendiéndonos polvos, sofisticación, placer y admiración por ser exitosos y retratos de Dorian Grays. Hoy, la izquierda, que es tan revolucionaria como la vuelta a los valores más clásicos, va perdiendo su sentido histórico de emancipación de las llamadas “clases trabajadoras”, disfrutonas con el opio vulgar, pero participativo, del forofismo futbolero militante, el consumo como representación y proyección de la propia imagen realzada, las series de plataforma digital y las vacaciones en el Adriático. Hoy no hay cultura de la resistencia, todo el mundo tiene que tener tarjetas de plástico y un móvil, para lo más básico del día a día. La resistencia es una pintada alcohólica en una pared del casco histórico de nuestras ciudades de gentrificación y conversión de todo en un parque temático, donde todo se suaviza, hasta coactivamente, en aras del “pensamiento positivo y la convivencia pluralista tolerante”. Vivimos en una parte del planeta, próspera y abundante en lo material, donde el coste de todo ello es la teatralización total de la vida en sociedad, democracias de baja intensidad, aunque con amplias libertades de mercado y derechos fundamentales, incluso humanos. Lo que somos o dejamos de ser es siempre una interpretación, incluso desde la soledad reconfortante de la meditación. Hoy parece que todo está a merced de un clic, de una gratificación inmediata, de un acto psico-mágico. Puede ser. Pero la política también tiene que pensar en sus fundamentos democráticos transformadores, en criterios de libertad, equidad y felicidad públicas, más allá de amaños, manipulación e historias de maletines e intercambios de cromos, apoyos envenenados y cabildeos. Hoy, lo surrealista y suprarreal devora las condiciones de vida reales de mucha gente y eso engendra resentimiento antipartidos. La ira y las más bajas pasiones nunca son lo óptimo en política, en un tiempo sin memoria ni gratitud, de hastío y falta de compromiso.

Cartas

Número de cartas: 48976

Número de cartas en Diciembre: 99

Tribunas

Número de tribunas: 2175

Número de tribunas en Diciembre: 3

Condiciones
Enviar carta por internet

Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.

» Formulario de envío.

Enviar carta por correo convencional

Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:

Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo
Buscador