San Claudio, los felinos y el Ayuntamiento de Oviedo
Recientemente, remití escrito a ese periódico, publicado por Vds., intentando reflejar la situación de esta pequeña población de San Claudio, perteneciente al municipio de Oviedo, y en esta presente, que les detallo, me gustaría ahondar en un tema que, aunque no lo parezca, preocupa a mi persona y a gran parte de esta población, y la pregunta es: ¿Que sucede con los gatos en San Claudio?
Asistimos en los últimos tiempos a la proliferación de animales felinos, amparados por organizaciones o asociaciones y personas relacionadas con las mismas, para las cuales los gatos son la panacea, el no va más, anteponiendo los mismos a los humanos en cuanto a normas de convivencia y respeto, y que, por cierto, me gustaría saber de dónde vienen los fondos económicos necesarios para mantener esas organizaciones y su carácter pretendidamente altruista.
A los citados animalitos se les dota, en zonas del propio casco urbano, de esta población, de contenedores -me pregunto de dónde vienen y quién los suministra- que debidamente adecuados por aquellas personas con comida, agua y demás estancias, abiertas, con el consiguiente peligro, para ratas, culebras, raposos, jabalís y demás fauna que en épocas invernales tienen donde reponer fuerzas, ubicación de los mismos, incluso en fincas privadas, llenas de maleza y vegetación, en las cuales, sus propietarios o llevadores, mejor harían en ocuparse de tenerlas en orden y limpias y no casi abandonadas.
Asimismo, no se valora la cantidad de enfermedades que aportan al ser humano esos gatos callejeros y lo son, precisamente, porque su esterilización, marcaje y, en definitiva, su control, como exige la ley, luce por su ausencia.
No se comprende por tanto cómo estos animales tienen vara ancha o bula papal, cuando para otros, véase los perros, se les exige todo tipo de normas aplicables, de acuerdo con la ley de sanidad animal actual.
En definitiva, me pregunto o nos preguntamos cómo nuestro Ayuntamiento de Oviedo se inhibe e incluso apoya a este descontrol gatuno y mientras tanto esta inhibición, estoy segura, no se produciría si sucediera en calles céntricas de nuestra ciudad de Oviedo.
Por tanto, animales siempre sí, y felinos, por supuesto, pero nunca se debe de anteponer actuaciones animalistas y pretendidamente progresistas a lo más importante de lo que carece esta sociedad, que es el sentido común y el respeto que este genera a los demás.
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