Donald Trump, genio y figura
Vaya por delante que me alegro de que el intento de asesinato del expresidente Donald Trump no haya tenido éxito y haya quedado en un simple incidente de campaña, pero diría lo mismo si el objetivo, en vez de Trump, hubiera sido Biden.
La “izquierda” siente un evidente odio genuino hacia Trump que no puede disimular, y no es descabellado que alguno de ellos le ataque. Aun así, creo que si el estado profundo, gobiernos malvados, plutócratas, las corporaciones multinacionales y el MIC, los grandes productores de petróleo, los principales medios de comunicación o quien quiera que sea, considerara al expresidente su enemigo, ayer Trump habría recibido un tiro en la cabeza con precisión, o un accidente automovilístico, o un accidente aéreo, o un cáncer...
Asumimos que la idea del tirador aficionado de 20 años era matar a Trump, pero parece que le salió el culo por la tirata, nunca mejor dicho, y se ha “cargado” a Biden, definitivamente, máxime si tenemos en cuenta que los agentes de los medios ya estaban informando que el índice de aprobación de Trump había aumentado ¡un 7%! tras el atentado.
Todo se ha calmado. La demencia del presidente Biden es, de repente, una noticia vieja. Toda la retórica política se ha apaciguado y parece que demócratas y republicanos sólo pueden pedir paz, amor y comprensión, y la palabra “shock” no se vislumbra por ningún lado.
Llamativo el comportamiento del servicio de seguridad tras el ruido y las balas: Primero, Trump siente que ha sido alcanzado; luego se desploma, y seguidamente un grupo de agentes, con cola de caballo y gafas de sol, se amontona sobre él para hacer un escudo humano.
En todo caso, resulta una historia fantástica que toda una multitud enardecida coree “EE UU, EE UU, EE UU”, mientras su salvador, transfigurado y ensangrentado, aunque camisa blanca impoluta, se levanta literalmente de entre los muertos, con la épica de la oreja ensangrentada (como la de Vicent van Gogh), blandiendo desafiante su puño, después de que un francotirador homicida le disparara, justo momentos antes de que el francotirador federal acabara con el homicida.
Esto sin mencionar a los asistentes al evento, que notificaron en voz alta al servicio de seguridad y a la Policía que un fusilero estaba arrastrándose por el techo de un edificio adyacente, minutos antes del tiroteo. Parece que la advertencia fue ignorada.
El desenlace nos conduce a dos opciones alternativas no excluyentes:
A) Es real: el tirador no habría tenido la oportunidad de ajustar la mira y, por lo tanto, habría fallado. Esto sería plausible, ya que un disparo a 135 metros sin ajustar la mira, en las circunstancias actuales, debe ser algo complicado.
B) Es un evento planificado y orquestado previamente, aunque con excesiva antelación (faltan cuatro meses para las elecciones).
En este segundo supuesto podría haber dos formas de hacerlo: 1) disparar de verdad, cortándole la oreja a Trump, o 2) dispararle a alguien que esté detrás de la multitud, y luego cuando Trump se agache, cortarle la oreja.
Claro que ¡cualquiera se arriesga a intentar cortarle una oreja a Trump! ¡Menudo carácter!
La pregunta entonces es si habrá imágenes de su oreja siendo impactada por la bala, lo que posibilitaría el descarte de manipulaciones por inteligencia artificial.
Puesto que, afortunadamente, el magnicidio no llegó a consumarse, podemos añadirle un punto desestresante, bíblico, profético y hasta divertido, si se me permite:
En Apocalipsis 13:3 (aquí o 13:7). “Y vi una de sus cabezas como herida de muerte, pero su herida mortal fue sanada; y toda la tierra se maravilló y siguió a la bestia”.
En la cadena de noticias ABC de Australia publican: “El ‘casi’ asesinato de Donald Trump fue un momento decisivo en la historia de Estados Unidos. A través de múltiples transmisiones en vivo, datos de mapas y vídeos de testigos presenciales, así es como se desarrolló el tiroteo en el mitin a lo largo de 11 minutos y 9 segundos”.
Un hecho contrastado es que el presunto asesino murió prematuramente baleado (más otro muerto y varios heridos), al igual que es otro hecho contrastado que heridos, lisiados o muertos, esta vez de verdad, se sucedan cada día en los infiernos de Gaza y Ucrania, ante la indiferencia de todos.
Saludos cordiales.
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