¿Se necesita el cambio?
Si el ciudadano de a pie hace esfuerzos ingentes, ¿qué pasa con nuestros órganos representativos? En sus cúpulas de ventura, a espaldas de los sacrificios del pueblo llano. ¿Qué creen que puede estar pasando por la cabeza de las personas al levantarse, día sí, día también, con informaciones hostiles? Los concejales, tanto de un partido como de otro, perciben retribuciones del partido, de asistencia a plenos, por pertenecer a consejos de administración de empresas públicas, toma y sigue; cómo se les va a pasar por la cabeza desenmarañar ese chupeteo enquistado a conciencia. ¿Quién va poner el cascabel al gato? Muy difícil.
Un viaje reciente a Covadonga, visita a la Santina, ya de paso me acerqué a la estatua de don Pelayo y le transmití mis inquietudes: «Esto sigue como en su época, amigo Pelayo, España dividida en reinos, sometidos por el deterioro de las conquistas sociales, la corrupción, las prohibiciones, el encarecimiento de la vida, ayudas económicas de Europa despilfarradas en sobrecostes en obras faraónicas y en bolsillos, un rosario de infortunios; usted, que nos dejó consciente del trabajo bien hecho y orgulloso de sus hazañas, ¡si levanta la cabeza!, pero no se preocupe, descanse sosegadamente, que aquí estoy; esa espada aletargada durante siglos volverá a campar en otras manos reconquistando lo que en estos años se nos arrebató, llevará su tiempo, pero el pueblo está hastiado de semejante avasallamiento, consciente de la actual situación de país intervenido, no debido al vivir cotidiano de la gente de a pie, y sí al despilfarro de nuestros opresores».
Haciéndome partícipe de las palabras de Cascos, refiriéndose al reparto de poder entre partidos, es que además les va bien, el problema surge cuando aparece en escena el del paso cambiado. Rajoy, priorizando a la candidata Fernández-Espinosa, no, Pilar Espinosa, bueno, no sé, suscitando una división en la ciudadanía asturiana, después de cuentas tendrá que haber entendimiento para poder gobernar, primero nos damos de tortas, después besitos. Ya lo decía Confucio, si ya sabes lo que tienes que hacer y no lo haces, entonces estás peor que antes.
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