El Gobierno del Principado facilita el furtivismo
... Y es que permitir que no haya guardas en las reservas de caza y ríos durante las tardes y los fines de semana es ni más ni menos que facilitar que se delinca. ¿Se imagina usted los salmones que se estarán pescando sin precintar? La realidad es que el malestar de la Guardería del Medio Natural ya viene de largo, bastando ejemplos como el llevar sin recibir unas botas seis años, el que no se les facilite material imprescindible como prismáticos, o el sufrir una flota de vehículos que lo menos que les ocurre es no arrancar. Ahora la externalización que se está tratando de imponer para reducir las funciones de la Guardería, junto a unas condiciones económicas inadmisibles en ciertos extremos, ha puesto en pie de guerra a toda la Guardería asturiana, decidiendo ceñirse exclusivamente a un horario de funcionario como medida de presión. El resultado es con el que comencé, las reservas de caza y los ríos sin vigilancia durante las tardes y los fines de semana, a lo que hay que añadir la suspensión de recechos por la imposibilidad de realizarse en el tiempo que ocupa la jornada laboral con la que se está presionando. A las pérdidas económicas se suma el malestar de todos aquellos a los que les ha correspondido un permiso y no pueden disfrutarlo, con la incertidumbre de lo que ocurrirá cuando se abra la general si no se ha llegado a un acuerdo. Una vez más el Gobierno del Principado demostrando ser un ejemplo de cómo no se deben hacer las cosas, desvirtuando una figura tan importante como la del guarda simplemente por no entender su labor, el trabajo que realizan, el medio donde lo desarrollan y la importancia de la componente social que tiene. Esto de legislar desde un sillón desde Oviedo, desde la más absoluta ignorancia, es lo que trae. En vez de mirar hacia la figura tradicional del guarda y tratar de recuperarla, modernizándola sí, pero sin perder la identidad que tanta fama le dio, se reniega buscando seguramente una privatización que apesta a chiringuitos... y si no al tiempo.
Viva la caza. Viva el mundo rural.
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