Adriana lastra la losa
Ya tenemos cambio en la Delegación del Gobierno de Asturias. Se va, o la “invitan” a irse, Delia Losa, y llega, como premio, no a su valía, sino a su fanatismo por Sánchez, Adriana Lastra.
Delia deja tras de sí una enorme losa en su gestión con la que Adriana tendrá que lastrar. Bueno, más bien opino que no moverá un ápice esa losa, sino que la aumentará todo lo que haga falta para que su jefe satisfaga ampliamente a sus aliados políticos en detrimento de esta bendita tierra.
En el debe de esta señora y su gobierno, seguirá pendiente la eliminación o reducción del peaje del Huerna; la llegada “real” del AVE a Oviedo, Gijón y Avilés; el Corredor del Atlántico; el vial, con túnel, de Jove, en Gijón; la Ronda Norte de Oviedo; la estación intermodal de Gijón; y podríamos seguir, hay bastantes más. En el haber de cinco años para acá que corresponda realmente a su gobierno, cero patatero.
En Asturias se nos juntan los “Adrianes”, Adrián Barbón y Adriana Lastra, menuda parejita para solventar los problemas reales que tenemos en Asturias. Ambos deben su puesto a Sánchez y por tanto acatan postrados todo lo que venga del inquilinato monclovita.
Lastra hará lo mismo que Barbón, dirá, protestará, exigirá, y no sé qué más, ante las decisiones del Gobierno de Sánchez que redunden negativamente para Asturias. Pero solo serán reacciones de bocazas culpando a la oposición de lo que manda su jefe, al final nada de nada, sumisión plena, obedecerá y punto en boca.
¿Qué méritos tiene esta señora para tal puesto? Ninguno, aparte de los ya descritos. Tampoco los tenía la señora Losa, salvo ser hija de un insigne socialista y practicante del docilismo acérrimo. ¿Por qué Lastra nunca ha llegado a ser ministra, después de haber sido vicesecretaria general del PSOE y portavoz parlamentaria? Porque no tiene preparación, no vale, solo es una partidista sectaria y nada más. Aunque, si he de ser sincero, viendo la patulea de ministros que tenemos podría resultar hasta rutilante.
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