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A dos inventos tardíos y otro reciente

20 de Julio del 2024 - Leandro Antonio Benavides Gómez (Oviedo)

Yo acuso a la humanidad de flagrante ignorancia, de un olvido imperdonable que ha tenido esclavizadas a tantas personas a través de los siglos, ¡sobre todo mujeres!, ¡qué vergüenza!, a un trabajo inhumano para la dignidad de seres racionales.

Me estoy refiriendo a la limpieza a mano, y de rodillas, de los suelos y estrados, en casas y palacios. ¿Cómo se explica que, en la humanidad, en tantos siglos, a nadie se le ocurriera inventar la fregona: unos trapos sujetos al extremo de un palo que empapados en agua dejarían limpios y relucientes a cualquier pavimento o superficie ensuciada? ¿Era pues necesario que surgiera algún genio para solucionar esta elemental necesidad? ¿Toda la humanidad se ha encontrado dormida tantos siglos? ¿No es esto una vergüenza? Que estrujaran el cerebro en tantísimos problemas complicados y abstractos de filosofía y pensamiento... ¿Y la limpieza a mano no excitó su intelecto?

Dejemos el baldón de la fregona y vayamos a otra secular ignorancia de la inventiva humana que también clama al cielo. Para el transporte a mano de diversos enseres se inventó la maleta de difícil transporte de arrastre por el suelo. Tampoco aquí hubo nadie que se le ocurriera dotar de ruedecitas a las maletas e inventar... ¡la maleta a ruedas! ¡Caramba! Otro tardío invento que hay que denunciar claramente y sin rodeos.

¿Y nunca aprenderán los humanos a tomar en cuenta la evidencia de las necesidades? Por lo que hoy estamos observando con un reciente invento que está proliferando se pone solución a una carencia patente: Ya tiene el hombre la fregona y la maleta a ruedas. Sí, pero cuando se desplaza se le ocupan las manos con enormes carteras que le impiden llevar a cabo elementales funciones en la vida de relación humana. ¿Cómo aplaudir con fuerza y saludar de lejos o de cerca al viejo amigo o frotarle la espalda que ahora mucho se lleva? Todo eso no se puede hacer con las manos ocupadas. ¿Qué hacer en esta tesitura? ¡¡El problema es patente!! ¡¡Ahora, por fin, aparece la inventora inteligencia humana!! ¿Cuál es la solución? ¡La mochila corporal! ¡Recórcholis! ¡Caramba!

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