Un país va bien si hay ganas de diversión
La economía de un país no se debe medir por la riqueza del mismo, más bien por el estado del bienestar de sus ciudadanos.
Cesta de la compra, vivienda, hipotecas, carburantes, luz... Todo por las nubes, los sueldos y pensiones no dan. ¿De qué presume este Gobierno?
Ayer sábado, sobre la una de la mañana por circunstancias que no vienen al caso, he tenido que visitar el centro de Oviedo, calles que hace 50 o 30 años estarían llenas de gente, observé una ciudad fantasma, sin vida, sin diversión, sin juventud. Esta es la moto que nos quieren vender desde este Gobierno impresentable (el de Sánchez y el de Barbón), la diversión marca el nivel de bienestar de un lugar. Era Oviedo, pero creo que se repite (salvo excepciones) en todas las ciudades, villas y pueblos. Consiguió Sánchez adormecer y entristecer a la gente, ya no hay ganas de diversión. Calles sin coches, aceras sin gente y locales cerrados. Y eso que dice que vamos como motos. Va como una moto para ellos, por eso se aferran al poder como sea. No sé van ni perdiendo una y otra vez, luego dicen que son demócratas, que el pueblo tiene el poder, pero por si acaso le manipulan, prometen en campaña uno y hacen diferente, conscientes de que entonces perderían más votos aún. Si el poder reside en el pueblo, ¿por qué no le preguntan sobre la amnistía? Tienen un morro que se lo pidan. Manipulan a todos, dan impunidad a delincuentes y quieren hacer leyes para perseguir medios y jueces incómodos. ¿Ustedes de verdad que no ven un principio de tiranía sin límite?
Mucha culpa la tiene también ese activismo periodístico, no lo cuentan, hacen la vista gorda por si se enfada el amo del chiringuito. Es cierto, ayer LA NUEVA ESPAÑA sacó un artículo donde hablaba de cómo crece el gasto en sanidad privada a la par que decae la pública con esas listas de espera vergonzosas, hasta para el médico de cabecera.
Necesitamos periodistas que en vez de hacerle el juego a Sánchez y Barbón los fiscalicen y pongan al descubierto la decadencia de esta sociedad. Negocios en ruina o cerrados por todos lados.
La podredumbre de este periodismo llega al punto de que periodistas reclamen la censura para su propia profesión. No es ninguna broma.
Pedro eleva en varios millones (100) las subvenciones a esos medios afines, dice que para su digitalización. No entiendo mucho, pero creo que todos están digitalizados. Así se compran voluntades y desprestigio profesional. Sumen publicidad y propaganda institucional, te dará la clave de ese silencio que debiera ser ruido y más ruido contra esa amnistía a corruptos, delincuentes y fugados que compra poder. Indecencia mayor no cabe en mente sana.
Si las derechas crecen es por la indecencia de las izquierdas, de lo contrario los ciudadanos de estar contentos sería de gilipollas votar otra cosa.
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