Evocación de la Última Cena en los Juegos Olímpicos
En la inauguración de los Juegos Olímpicos 2024 de París hubo una representación figurada de la Última Cena. Se ha hecho muchas veces esa evocación: unas con el propio simbolismo de la figura de Cristo y otras más proclives a lo profano. Son varias las evocaciones que pretenden enfocar la representación de la Última Cena, unas bajo criterios dionisiacos y otras bajo criterios con sentido apolíneo, o simplemente evocando reuniones mundanas.
-La representación de “El Festín de los Dioses” de Jan Harmensz (protestante de la Iglesia reformista): tenía los dos sentidos: dionisiaco y apolíneo.
-La representación de “Los Simpson”: casi calcada y simpática.
-La representación de “Los Soprano”: elegante y apolínea.
-La representación de “Doctor House”: docta y seria.
-La representación que se hizo en “El marginal”: una fiesta popular dionisiaca.
Que me conste, nunca hubo controversia con la Iglesia católica en estos casos, o con los otros cristianos.
Pero sí la ha habido con la evocación que se hizo en los Juegos Olímpicos 2024 de París. Me figuro que será porque, siendo universal en ese momento, no fue una evocación artística, ni simpática, ni elegante, ni docta, ni seria, ni pretendía ser simple y popular, sino que pretendía lo que perfectamente representó: el chovinismo de “La chose epatante” de “La chose chic”, que queriendo ser apolínea se vuelve cursi y pretenciosa, de un supuesto buen gusto que en realidad es dionisiaco de forma cutre y chabacana.
Lo que más me gustó, y con mucho, fue la interpretación de “Imagine” por Juliette Armanet, acompañada al piano por Sofiane Pamart. Tanto ella como él, de forma espectacular, supieron cargar la atmósfera de entonaciones que provocaban una gran emoción: fastidiadas en gran medida por la cutre incoherencia de un piano ardiendo cuando se intenta imaginar la paz; algo que exigió protección para el pianista. Lo dicho: lamentable diseño y creación. Al contrario de la parte técnica, que cumplió sobradamente con las dificultades de la idea de utilizar el Sena e iluminar la torre Eiffel.
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