Renovado mural en la carrera séptima de Bogotá
Ayer se cumplían dos años de gobierno progresista en Colombia.
En su conmemoración en el café de Macondo en Xixón estaba Yuri Neira.
Yuri es el papá de Nicolás, un niño que a los 15 años fue asesinado por la policía en la marcha del Primero de Mayo en Bogotá.
La odisea emprendida por Yuri para intentar justicia para con el crimen de Nico está descrita en numerosos reportajes, documentos y expresiones gráficas.
También en las numerosas "fiscalías" que se han ido rotando y cambiando en un intento de complicidad con los verdugos, en cientos de miles de folios judiciales, que todavía no terminan: hay policías condenados, pero faltan responsables del asesinato.
Precisamente ayer hubo un nuevo revés, al no asumirse otra de las muchas demandas, efectuada hace un año: declarar el asesinato de Nico Neira como crimen de lesa humanidad.
Casi todos los años las personas de la delegación asturiana se hacen foto en la placa y mural que han dedicado a Nico en el centro, en la carrera 7ª. Diputadas, eurodiputados, activistas sociales, honran la memoria de Nico y rechazan su crimen.
La placa sobrevive a diversos intentos de retirarla. El mural ha sido cambiado varias veces. Y hace poco era de nuevo pintado en gris: pero ayer volvían a pintar otro.
"Gracias. Mil gracias. La dignidad no se borra. Se transforma en nuevas luchas. Y es la misma memoria de las víctimas de crímenes de Estado", ha dicho Yuri desde Asturias.
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