Mi opinión sobre la eliminación del carril interior en muchas rotondas existentes
Hemos visto cómo en los últimos tiempos se ha restringido la circulación en el carril interior de las rotondas en Asturias. Es decir, han pintado con un cebreado el carril interior para dejar un solo carril de circulación.
Esta medida la han implantado en rotondas donde solo hay un tráfico moderado, por lo que en un principio no le di ninguna importancia. En qué me podía afectar esto en rotondas donde el tráfico es fluido y prácticamente no se interactúa con otros, pues en nada pensé. Supongo que la Administración habrá querido dar un poco de orden, que los conductores tengan un poco más de disciplina y respeten las distancias con los otros, cosa con la que estoy muy de acuerdo.
Pero no, luego lo he pensado mejor y no estoy para nada de acuerdo, es más, me parece una medida nefasta. Lo que sucede es que con esta medida precisamente lo que perdemos es el entrenamiento continuo, perdemos la agilidad necesaria para afrontar estas situaciones en las rotondas más complicadas y con más densidad de tráfico. Peor aún, algunos conductores se acostumbrarán a rodar tranquilamente por el carril exterior en toda ocasión.
Las rotondas con fuerte densidad de tráfico requieren de todos los conductores un poco más de concentración, de orden, de mantener la distancia con los otros, de procurar no adelantar, de utilizar los carriles interiores si no vas a tomar la primera salida y de poner el intermitente a la derecha con antelación para salir. La rotonda es una solución magnífica que da una enorme fluidez al tráfico, pero todo tiene su límite y si todo el mundo circula pasivamente por el carril exterior se colapsa el sistema.
Además, comentar que he visto en reportajes que asemejan la rotonda a una carretera circular e indican que se debe circular por el carril exterior. Muy al contrario, mi opinión es que una rotonda es un nudo rápido de comunicación, bien entendido más parecido a un carril de aceleración, en el que prima el orden, el no adelantar, el ser un poco ágiles y dar fluidez a la rotonda. Si solo tomamos el carril exterior continuamente interrumpiremos el acceso de vehículos a la rotonda y cortaremos la salida de los que utilizan el carril interior, y en general ralentizaremos la circulación y contribuiremos a colapsar el sistema. Manifiesto por tanto que no es aceptable, aunque se pueda, una conducción pasiva todo por el carril derecho de la rotonda, y que es necesario mostrar un poco de implicación y ganas en la conducción, y a no ser que se tome la primera salida, siempre tratar de tomar el carril interior.
Por lo anterior, considero desacertado la eliminación del carril interior, aunque sea en rotondas con poca densidad de tráfico, y espero que no se extienda la medida por otras comunidades. Como he dicho, creo que precisamente hace perder al conductor la destreza y hábitos de conducción que son necesarios para las situaciones más exigentes y para conseguir la máxima fluidez en aquellas rotondas con una solicitación de tráfico mayor.
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