Un verano más el ferrocarril es noticia

Cuando está a punto de finalizar el mes del que se dice “agosto, frío en el rostro”, el tren sigue dando titulares para todos los gustos. Me congratula ver el éxito del tren turístico, que debiera ser histórico, entre Gijón y Busdongo porque contribuye a sustentar el propósito de mantener la rampa de Pajares abierta con la finalidad de que en un futuro sea reconocida por la Unesco y logre ser galardonada algún día con el premio “Princesa de Asturias” en la categoría que mejor pudiera encajar. Una obra de tal envergadura construida en aquel contexto histórico en un tiempo inferior a cuatro años debe preservarse, respetarse y valorarse en su justa medida, sobre todo si la comparamos con el tedioso período temporal invertido en la construcción de la variante de Pajares, a cuyo frente estuvo el mejor de cada casa. El desdoblamiento de la vía entre La Carrera y La Pola de Siero, ya llovió desde que se comenzó a pensar en ello, la renovación del carril y otras actuaciones entre Colloto e Infiesto también son noticias dignas de reconocimiento, así como la finalización de las obras acometidas en el puente que salva el río Eo a la entrada de Vegadeo; sin embargo, las deficiencias en la prestación del servicio ferroviario lejos de disminuir continúan siendo primicia en la prensa a diario tanto en la alta velocidad como en las cercanías. “La Voz de Galicia” publicaba el jueves el titular siguiente: “Los usuarios se alzan contra o abandono total del ferrocarril Ferrol-Ribadeo: Renfe se centra en el AVE y estas zonas las va dejando”. Ayer, LA NUEVA ESPAÑA, en adelante LNE, difundía “Lluvia de críticas al ministro Puente por su visión idílica del tren: Vive otra realidad” y “El Comercio” completaba el culebrón con esta noticia: “El ministro Puente, ante el caso ferroviario: El tren vive el mejor momento de su historia”.

El alcalde veigueño manifestaba a LNE (22 de agosto de 2024) que le gustaría que el ministro del ramo se desplazase en el tren de la costa para ver la obra recién concluida en A Veiga y conocer de primera mano las necesidades de mejora que precisa esta infraestructura. ¡Ojalá se cumpla su deseo! Y si así fuere, espero que le acompañen el presidente Barbón, el consejero Alejandro Calvo y los alcaldes de los concejos que recorren esta línea que lleva abierta en su totalidad desde el 6 de septiembre de 1972. Los ilustres viajeros que subirán al tren a las 7.19 horas de Oviedo llegarán a Ribadeo a las 11.29 horas. Sería conveniente presentarles un documental durante el viaje, tiempo hay de sobra, incluido el No-Do como guiño al momento histórico en el que fue puesto en servicio, para comprobar que medio siglo antes el tren empleaba una hora menos en llegar a la localidad lucense y a la par pensar en actuaciones que mejoren el trazado, disminuyan el tiempo en cubrir el trayecto y por ende recuperar potenciales viajeros, sin olvidar el ramal de la vergüenza que uniría Ence (Navia) con la línea comercial de ancho métrico, verdadero ejemplo de una pésima actuación política. ¿Qué conclusiones podrán enunciar estas personas cuando al llegar a la capital de la huerta asturiana constaten que el tiempo transcurrido desde que partieron de Oviedo es de una hora y dieciséis minutos? Dudo que lleguen a formular alguna, pero es bien fácil enumerarlas: excesivo número de paradas en estaciones y apeaderos fantasma, fondo de saco en Trubia, ralentización de la marcha en la recta de Peñaflor y en el tramo Forcinas-Pravia, obsolescencia del material móvil, horarios que no se adaptan a las necesidades de los usuarios. Señor ministro, señor consejero, pónganse a trabajar, escuchen la voz de los ayuntamientos y dejen de marear la perdiz de una vez. Abandonen de una vez las redes sociales porque no son la mejor manera de contactar con los ciudadanos y conocer la realidad. Opten por el trabajo de campo en el ejercicio del desarrollo de sus funciones por la riqueza que se obtiene del mismo y de paso tengan sobre la mesa de su despacho el legado de Jovellanos, en concreto su “Discurso sobre los medios de promover la felicidad del Principado”: “Es preciso conocer el país antes de trabajar a favor de la felicidad. Para conocer la situación de una provincia no basta (...) haberla recorrido de un cabo a rabo si esto no se hizo inquiriendo, observando, apuntando lo más notable”. Si ustedes leyesen un poco más, si sintiesen la necesidad de conocer e indagar y si de verdad tuviesen por objetivo buscar el bienestar de la ciudadanía el tren no seguiría en esa larga y lenta agonía a la que lo han conducido durante estos últimos años. Es hora de acabar con los proyectos sustentados en arenas movedizas aderezados con una buena dosis de demagogia, cuyas consecuencias no son ni más ni menos que el desolador estado en el que se encuentra el ferrocarril tanto a nivel del país como autonómico.

Los diferentes gobiernos de España siguen actuando de espaldas al ferrocarril y solamente venden humo producto de la falta de sensibilidad hacia un medio de transporte seguro que facilita el cumplimiento de los objetivos de desarrollo sostenible. Sigo siendo escéptico, porque el tren permanece detenido en un túnel con un largo trazado plagado de curvas y contracurvas que impiden ver la ansiada luz para prestar un servicio eficaz y eficiente a los ciudadanos que rigurosamente satisfacen sus impuestos anualmente al erario público. La suspensión de servicios, la falta de atención al público ante la ausencia del tren, la caída de tensión en la catenaria, ofrecer una alta velocidad sin contar con las infraestructuras necesarias, por ejemplo en la estación madrileña Chamartín-Clara Campoamor o en el itinerario que une Pola de Lena con Gijón, no son ni más ni menos que la confirmación de una política ferroviaria chapucera obra de incompetentes, charlatanes, babayos, ignorantes y necios que en el caso de alguno cada vez que abre la boca responde al prototipo de macarra de barrio. Espero que el próximo verano el ferrocarril deje de ser noticia y si lo es que sea para bien de una vez. Va siendo hora.