El SOMA-UGT, en modo folganza
Resulta que el sindicato supuestamente llamado a defender los derechos de la minería asturiana acaba de proponer al Ayuntamiento de Mieres la apertura de un centro de estudios de la mal llamada Revolución del 34. Es decir, del intento de golpe de Estado de parte del PSOE asturiano contra el legítimo Gobierno de la Segunda República hace 90 años.
O sea, imagino que estas luminarias sindicaleras lo que se proponen es dejar en evidencia a quienes todo este tiempo siguen defendiendo sin avergonzarse aquellas prácticas, haciendo apología de la violencia, de la antidemocracia y del golpismo. Imagino que pedirán que de una vez y para siempre en España no quede una sola calle a nombre del asesino Indalecio Prieto Tuero, el inductor (como él mismo reconoció) de la masacre de octubre de 1934 en Asturias, que se cobró más de 2.000 muertos en apenas 15 días, y la destrucción total de la ciudad de Oviedo.
Imagino que el final de dichas investigaciones y en base a la memoria histórica (otro pleonasmo zurdo) será esclarecer los asesinatos de varias docenas de curas y seminaristas a manos de los golpistas socialistas, así como pedir perdón por las voladuras de la Catedral, de la Cámara Santa, de la Universidad, etc. Será, en definitiva, pedir perdón a toda Asturias por el terrorismo practicado durante aquel maldito levantamiento contra la Democracia establecida.
Seguramente y ya de paso en la misma línea de investigación, imagino que el SOMA-UGT de Asturias tratará de averiguar a qué bolsillos han ido a para los tropecientos millones de pesetas que desde mitad de la década de 1980 el Gobierno de España presidido por Felipe González inyectó a las cuencas mineras asturianas para supuestamente reindustrializarlas, cuando lo realmente conseguido ha sido la ruina total de toda Asturias, la descapitalización del propio sindicato referido, así como también el enriquecimiento ilícito del supuesto líder minero del SOMA José Ángel Fernández Villa e hijo. ¡Mucho ánimo y adelante!
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