El pensamiento español
España es la patria de cuatro emperadores hispanos de origen hispánico (Trajano, Marco Aurelio, Teodosio y Adriano), Séneca y Quintiliano fueron rétores y pensadores de una cultura ya netamente hispano-romana, llegando a ser Hispania la segunda provincia favorita del Imperio romano, aparte de la península Itálica. Hubo arrianos y Prisciliano, el afán enciclopédico de Isidoro de Sevilla, San Leandro, el Beato de Liébana y sus comentarios miniados de propaganda cultural del Reino Cantábrico de Asturias, las controversias teológicas entre adopcionistas y procarolingios asturianos, el ejemplo de tolerancia ubérrima intercultural de la Escuela de Traductores de Toledo, Ramón Lull y su pensamiento teológico, místico, investigador y balear, el ubérrimo romancero español épico y popular, el cultísimo rey Alfonso X el Sabio, protector de todo tipo de artes, ciencias y fuentes culturales nos habla de un mundo medieval que fue faro de Europa y que conectó con el mundo ultrapirenaico a través de la Provenza. El mundo de Averroes y Maimónides, de sinagogas y mezquitas, aljamías y poemarios bellísimos andalusíes como el “Collar de la Paloma” nos informa del mundo musulmán y de Sefarad. Arnau de Vilanova, Juan Luis Vives, Arias Montano, Andrés Laguna, el pensamiento místico de Santa Teresa, juristas y teólogos, Miguel Servet, Bartolomé de las Casas y todos los escritores cronistas de Indias, Bernardino de Sahagún, la fundamental Escuela de Salamanca, librecambista y humanista, defensora de los derechos humanos universales, Vitoria, Suárez, Molina y Báñez, Casiodoro de la Reina, B. J. Feijoo, Miguel de Molinos, el gran pensamiento Ignaciano, Campomanes, ilustrados y afrancesados, patriota Jovellanos, Jorge Juan, Juan de Caramuel, Capmany. Flórez Estrada, el liberal Agustín Argüelles, Blanco White, el abate Marchena, Sanz del Río, Giner de los Ríos y la fundamental estela de la Institución Libre de Enseñanza, de espíritu deísta, racional y europeísta, el pensamiento de Clarín, Ángel Ganivet, Gumersindo de Azcárate, Bravo Murillo, Donoso Cortés o Vázquez de Mella. Unamuno y Ortega, Wenceslao Roces, Zubiri, Ramiro de Maeztu, Joaquín Costa, Pablo Iglesias Posse, María Zambrano, el compilador y filósofo José Luis Abellán con su magna obra “Historia Crítica del Pensamiento español”, Azaña, Arturo Barea, Julián Besteiro, Ledesma Ramos y José Antonio Primo de Rivera, Rafael Altamira y el “Grupo de Oviedo”, Adolfo Posada, etc., la Residencia de Estudiantes, de donde salieron Lorca, Buñuel, Dalí, becarios, médicos y científicos. Con el novecentismo y la Generación del 27 hubo una magnífica Edad de Plata cultural. Las magníficas enciclopedias Espasa, Salvat, la crucial editorial Rialp, Pérez de Ayala, Marañón y el pensamiento republicano, Pemán, Josep Plá, las publicaciones del Ruedo Ibérico, Editorial la Gaya Ciencia, Ferrater Mora, Julián Marías, Ramón y Cajal, Severo Ochoa y Federica Montseny, Juan Marichal y Salvador Giner, Lamo de Espinosa, Gonzalo Anes, Fernando Morán, una prensa que hasta hace bien poco ha tenido bien poco de tabloide, dando cancha a grandes pensadores y articulistas, el periódico “El Sol “, “El País”, los suplementos culturales del “ABC” o de “El Mundo”. Revista de Occidente y Claves de la Razón Práctica, Ajo Blanco, Escohotado, Savater, Sánchez Dragó, Umbral. Julián Juderías, Fray Zeferino, las obras de Escrivá de Balaguer, Américo Castro y Giménez Caballero, el pensamiento de Antonio Machado, Andreu Nin, Melquíadez Álvarez, M. Arboleya, Clara Campoamor, Emilia Pardo Bazán, Concepción Arenal, Salvador de Madariaga, María Moliner, Victoria Kent, Celia Amorós, Victoria Camps, Amelia Valcárcel, Adela Cortina, Ana Carrasco Conde, Rafael Argullol, Felix de Azúa, Lluís Xabel Álvarez, César Vidal, Antonio Gala, Luis Antonio de Villena, Román Gubern, Gabriel Albiac, M. Rojas Estapé, Arcadi Espada, Rubert de Ventós, Agustín García Calvo, Nicolás Sartorius, el sistemático e independiente ateo católico y panhispánico Gustavo Bueno y los filósofos del Derecho Manuel Sacristán, Elías Díaz y Juan Antonio García Amado. El pensamiento español es posmoderno, ecléctico y europeo hoy, con una antañona esencia católica nacional, interesante en pensadores barrocos como Baltasar Gracián, San Ignacio, Benito Feijoo, García de Cortázar, López Aranguren, el casticismo de Menéndez Pelayo, la historiografía liberal de Menéndez Pidal, El loco de la Colina, Ramoncín, Escohotado y Sánchez Dragó. Historiadores como García-Cárcel, Enrique Moradiellos, Sánchez Albornoz o Juan Pablo Fusi, Álvarez Junco son excelentes. El pensamiento hispánico es desentrañado por cientos de departamentos universitarios en todo el mundo, hay cuestiones de género, editorial Kairós, Ramiro Calle, el elegante y profundo Javier Gomá, Sádaba, Raimon Panikkar, Josep Ramoneda, Pablo D’Ors y José Antonio Marina, César Rendueles, juristas, tecnólogos, comunicadores, Javier Echeverría, Luis Racionero, Lidia Falcón, Elena Ochoa, libertades y estilos, diversidad y transhumanismo, inteligencia artificial y democracia abierta de calidad. El pensamiento español está en la editorial Gredos, B.A.C., en la obra de Trapiello, “Las Armas y las Letras”, en todas las publicaciones de la RAE, en pensadores académicos y mundanos. En la obra de Eduard Punset, Eugenio Trías, La Gauche Divine, Daniel Innerarity, el tan celebrado hontanar Cervantino. Las publicaciones de CSIC cuentan, así como Mortadelo y Filemón y el Capitán Trueno, la editorial Anagrama, Debate. “La aventura del saber”, “Informe Semanal” y la 2 de RTVE. Vale.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo

