Letras e hitos

17 de Noviembre del 2024 - José Luis López Tamargo (Oviedo)

España es una realidad en el alma de millones de seres del planeta. Una contemporaneidad que es flamenco, calesa, indianos y Dalí, catedral, sidra, vinos y gastronomía, surf y castellers, Gaudí y una patria de iconos de pasión, gallardía y generosa caballerosidad, gran potencial telúrico y expresivo. Tierra antiquísima de Atapuerca, Altamira, en pinturas rupestres de bisontes, jabalíes y caballos en la Franja francocantábrica mágica, Iberia herciniana. Culturas de elevada sofisticación, de Tarsis, Fenicia y todos los pueblos cultos del Mediterráneo, iberos de alfabeto fenicio y cultura de la Dama de Elche, tauromaquia, ídolos oferentes y ajuares, del Argar y el mundo talayótico, existió un bronce atlántico que enlaza con lo britano y Gundestrup, un mundo de herreros y calderos cilúrnigos, orbayu, huellas de forjadores y castros de Galicia y meseta, con torques, prados, rudos pastores de ganado y navegantes que seguían la ruta del estaño a las Islas Británicas. Pocas civilizaciones tan enigmáticas han existido como Tartessos, un imperio avanzado y de metales. La presencia cartaginesa de Amílcar Barca y Aníbal, el legado griego de Rodas, Ampurias, Esculapio y Mare Nostrum. La élite bética de emperadores hispanorromanos, la presencia y fusión de lo ibérico de honda y lo romano durante seis siglos, con lusitanos, cántabros y numantinos heroicos. Roma de calzadas, teatros, exvotos, leyes, estatuas, acueducto y civilización de annona y gladiadores a lo Russell Crowe. Un mundo de refinada civilización con fondo celtíbero y senequista. Aceite, vino, garum, togas, Séneca, Lucano, Mela y Quintiliano. La Edad Media dio lugar a 34 reyes visigodos, con una legislación visigoda que pervivió en su vigencia activa o supletoria hasta la codificación decimonónica, Liber Iudiciorum, Fuero Juzgo. Toledo fue las tres culturas, un mundo de primados y centro del catolicismo hispano. Al Ándalus fue nombre de la Hispania hispanovisigoda islámica, un mundo de fuentes que recreaban el paraíso, Alhambras, poetas, un sueño oriental y fuente de cultura para Europa, conectado a Damasco, Bagdad y Bizancio. Galicia, Cantabria y el mundo norteño asturiano tienen mucho de artúrico, un mundo céltico y de bagaudas, muy romanizado y visigotizado por áulicos eruditos, fue el origen de León y Castilla, del arte asturiano, del mundo internacional de Camino de Santiago y de la llamada Reconquista o “Salus Hispaniae”, los reinos del Norte recibieron el gótico, a Cluny, al Císter, lo borgoñón y el asentamiento de francos en Cataluña y todos los caminos a la gallega Compostela. España es Alfonsos, Fernando III el Santo, Pedro el Ceremonioso, Alfonso I el Batallador, Alfonso VIII de las Navas de Tolosa, el mundo cultural de Alfonso X el Sabio, Roncesvalles, Navarra y sus reyes. El gran Sancho el Mayor, Suso y Yuso, las Glosas Emilianenses, Berceo y el Cid, Cataluña de marca hispánica y Aragón, las epopeyas almogávares y el mundo románico paneuropeo, el esplendor de una docena de catedrales de gran nivel, la trashumancia y el riquísimo faro intelectual de la Universidad helmántica. Órdenes de caballería, romancero con bases de creencia católica románica, céltica, visigoda e hispana, muy matizada por lo orientalizante. Un mundo de Reyes Católicos protectores de indios americanos, de Tratado de Tordesillas y arte isabelino, plateresco, mudéjar y descubrimiento de América, que dio lugar a un Nuevo Mundo de civilizaciones impresionantes que cayeron ante Pizarro o Hernán Cortes, los cientos de conquistadores castellanos que llevaron el renacimiento, la brújula, los cultivos, la rueda, libros, ganados y universidades a Lima o Méjico, con los mismos estatutos de Salamanca, Valladolid o Alcalá. Hubo guerra, conquista, plagas, también esplendor, Cuzco, Cuenca, Arequipa y 42 sitios Unesco Patrimonio de la Humanidad, refinamiento, arte virreinal y mestizaje en el mundo de retablos de oro, triunfo jesuítico e ideales quijotescos de fraternidad, hospitales y evangelización, caminos reales norteamericanos, Junípero Serra, Gálvez, encomienda, ecléctica civilización hispánica. España es escurialense, salomónicas columnas de Felipe II, cartógrafos, bibliotecarios, eruditos, matemáticos, médicos y teólogos-juristas, que postularon derechos de gentes, polémicas sobre el derecho a la guerra y la invasión, humanistas universalistas, pensamiento contrarreformista y Tercios de Flandes, mejor ejército de Europa durante más de 100 años. Un mundo de Reyes Planetas, validos, prolíficos Cervantes, Lope de Vega y Calderón, Murillo, Velázquez, Sevilla, Madrid de los Austrias. La Ilustración española se dio en regiones periféricas, siendo conciliadora, busca un reformismo avanzado compatible con un patriotismo que crea Reales institutos de náutica o mineralogía, academias y fomenta estudios, la pléyade de ilustrados españoles es notable y siempre le da un matiz, una raíz hispánica, abierta a corrientes europeas en círculos y foros Novatores, gacetilleros, afrancesados y castizos, Goya, románticos Larra y Bécquer, majos y aristócratas oveja negra, liberales y tradicionalistas apostólicos, sociedades ilustradas y fomento de las artes y las industrias. España es constitucionalismo gaditano, Divinos Argüelles y Riego, Clarín, Restauración canovista liberal, caciquismo, Prim y Castelar, Benito Pérez Galdós y fin heroico del imperio. Miguel de Unamuno, Juan Ramón Jiménez, Lorca, Picasso, modernismo catalán de Cambó, pensamiento socialista, republicano, nacionalista franquista y de la CEDA, literatos de una Generación del 27 que conjugaron tradición, vanguardia e innovación fundada en raíces patrias, mujeres pasionarias, Dionisio Ridruejo y Rafael Alberti, Picasso, Canogar, Cela, Fundación March, Equipo Crónica y Antonio Banderas, Rosalía, respetables instituciones culturales y aumento del nivel social y cultural de la nación en clave pluralista y que da cabida a todos. Una España europea y occidental, que cada vez se halla más inextricablemente unida a Europa Occidental y al mundo hispánico, siempre emergente y gran promesa. Una España que jamás ha contado con tantos españoles dirigentes de organizaciones supranacionales como en la actualidad, un mercado turístico actual y de últimas tendencias, un sentir de 3.000 años de historia, la patria de grandes fotos con fuerza única. Hay que seguir propulsando, desde las traineras del País Vasco o el Cantábrico a las fallas de Valencia y los Sanfermines de Pamplona, Inditex, las pinturas únicas del Museo del Prado y el mundo madrileño de negocios y chotis, chulapos y Paseo de la Castellana, esa Castilla y León, desconocida, la región europea con más patrimonio monumental de Europa, esa Asturias de playas preciosas, montañas, cultura glocal, historias mineras y leyendas, santuarios de épica cristiana; ese Sur de alcazabas, mujeres bellas de Romero de Torres, manzanilla, tauromaquia y giraldas, cultura de flamenco y surf, barrios moriscos y ambiente aristocrático que se mezcla con el pueblo más llano, esa Cataluña industriosa, que dio lugar a la España contemporánea modernista y de Gaudí, Miró, Picasso, Dalí, Fortuny, Renaixença, empresa gallega y grandes ciudades de gentes de todos los mundos, catalanismo español natural, con una deriva secesionista que no tiene nada que ver con el “seny”. Una Cataluña de barretina y societat civil catalana, nobles, banqueros y bancarios, comarcas y Costa Brava. España es país de informáticos y profesores, albañiles, pastores con lebrel y morral, Torres Kio, nueva arquitectura urbana y de bodega, gaita céltica, gran gastronomía, danzas y pasión de Falla, Granados, Albéniz, “Héroes de Silencio” y Sabina, Serrat y “El Hola”. Good life. España es Prensa Ibérica, Anagrama y Debate, una jaula de grillos, hoy muy cívica y bien. Una España de formas de convivencia familiares diversas, tecnológica y neorrural, sorpresiva, total. Una España de estilos libertarios y libres, feliz.

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