Sorteo de sobrantes de caza en el Principado de Asturias

En respuesta a D. José Juan De La Moneda Corrochano.

Decimos en Asturias o, al menos, en alguna zona de nuestra querida y amada tierra aquello de “llamailo fiu pa que no te lo llame”; en definitiva, acusa al “contrario” de lo que tú haces para salir indemne de tus acciones. Publicaba D. José Juan De La Moneda Corrochano, más conocido en el sector cinegético como Pepe Juan De la Moneda, profesional de la actividad con intereses económicos y empresas y clubes de caza entre sus responsabilidades, una carta en su diario (LA NUEVA ESPAÑA) en la que describía el actual sistema que el Principado de Asturias, por medio de su Consejería de Medio Rural y Política Agraria (negociado de caza), realiza la adjudicación de los permisos sobrantes de cacerías y recechos en el Principado de Asturias; desde su punto de vista el sistema de sorteo presencial que se llevaba desarrollando durante décadas anterior a la pandemia no resultaba del todo justo, beneficiando a una “casta” de privilegiados asturianos residentes y contribuyentes en el Principado, que con sus impuestos sufragan los gastos de las deficitarias reservas de caza de nuestra región. Pepe (D. José Juan De La Moneda Corrochano) entiende que lo justo es volver al sistema de la pandemia (espero que no a la situación), en el que siendo la caza una actividad catalogada de esencial se permitía su práctica; teniendo en cuenta las medidas adoptadas durante el covid, los sorteos para la adjudicación de los permisos se realizaban a través de correo electrónico con el envío de los datos solicitados de cada participante, esta puerta abierta es lo que abrió los ojos a los especuladores, a los que viven de la caza no para la caza, a los que ven en la actividad un negocio, no una pasión o al menos una afición; se acaba el chollo de gestionar 200 solicitudes por correo a través de una pantalla, ahora se recorta el margen, hay que pagar parte del pastel a algún colaborador por personarse en las dependencias del negociado de caza en Oviedo a partir de las 9.00 horas cada lunes con solicitudes de socios de los diferentes clubes de caza nacionales que regentan, previo pago por cuota de pertenencia o por gestión concreta -lo desconozco, no pertenezco a ninguno- y “representar” a sus clientes .Comenta el bueno de Pepe que todo el mundo está descontento ahora, incluso los “privilegiados” así denominados por él de forma despectiva, alguien con apellido y estética rimbombante, califica a los cazadores sociales asturianos como “casta”. Pues bien, Pepe, para tu información la caza en Asturias se adjetiva a diferencia de la del resto de comunidades españolas como caza social, no se alude a ella por las condiciones económicas del cazador ya que son igual para todos y, como tú bien sabes, por sorteo, ese es el atractivo para tus clientes, cazar con un costo económicamente más bajo de lo que pudiera ser en otras regiones de nuestro país, producto de que las reservas asturianas están subvencionadas, y ¿sabes por quién? Por los Asturianos en gran medida, por esos privilegiados que pretenden acudir presencialmente a los sorteos de “sobrantes”, es decir, de los permisos que después del sorteo general realizado en marzo y abierto para todo el mundo, incluidos extranjeros no residentes en el Reino de España y a través de correo electrónico, que tanto desea reactivar Pepe para los sobrantes, quedan en este caso desiertos, sin adjudicar, esos pocos permisos que los agraciados en el sorteo general estimaron no escoger son los que los “privilegiados”, de forma presencial, optamos a ellos; como decía antes y para que sirva de ilustración práctica, esa presencialidad se la salta Pepe y otros actores con la representación (con ánimo de lucro). Este último lunes del mes de septiembre, acudí personalmente al sorteo, lo hacía en mi nombre y representando a mi hijo, estudiante en Madrid pero asturiano y contribuyente en el Principado como yo, es decir, financiadores de las reservas de caza de las que Pepe pretende hacer negocio sin poner un duro, como yo; había algún que otro cazador, incluso jóvenes, lo cual me alegro, seríamos ocho o nueve, la sorpresa es que los participantes en el mismo eran 84; los clubes de caza como los que Pepe representa, no es el único, copan las solicitudes a través de representantes remunerados, hay para todos; por hacer una cuenta rápida: el lunes 23 y con la presencia no muy habitual de un permiso de venado trofeo en Coalnergo (Aller) las solicitudes fueron 177, con una presencia de cazadores asturianos o foráneos nadie impide la participación presencial en el mismo, en la línea de lo anteriormente comentado 8 o 10 a lo sumo, esos 167 cazadores representados y pertenecientes a los distintos clubes de caza nacionales pagan una cuota y dentro de la misma o con aportaciones por participación sufragan el negocio, este es el negocio que Pepe no quiere perder, mantener el número de asociados aportándoles valor previo pago, el premio es suculento y el desembolso mínimo por cazador, el negocio para el club de caza es el número, cuanto mayor más negocio, a cambio estos reciben la opción de cazar en las que hasta hace pocos años eran las mejores reservas de caza del país, con guardería de Consejería pagada por los asturianos y sin necesidad de ningún desembolso en el desarrollo de la cacería que no sea a cargo de la propia Administración asturiana, mientras la “casta” nos personamos, no especulamos y nos marchamos generalmente decepcionados, mientras las 167 solicitudes por representación de los clubes de caza copan el sorteo y por una mera cuestión estadística suelen ser los agraciados, aquí incidiremos en que como las solicitudes son correlativas y el sistema de sorteo consiste en que una mano inocente saque un numerito y a partir de aquí lo disponible se va escogiendo, cuando se sortean más de un permiso, no solo la opción de que el número agraciado sea uno perteneciente a los presentados por estas asociaciones, sino que los posteriores pertenezcan también al club de caza correspondiente, por lo que normalmente toda la suerte recae en los asociados, ya que no se sortean individualmente volviendo a sacar otro numerito y así hasta adjudicar los permisos que en ese sorteo estuvieran disponibles. Pepe, se te ha visto el plumero y tus acólitos veo que no son duros de oído, mis reivindicaciones y mi decisión de publicar en prensa la situación ha llegado a tus oídos, los privilegiados dando réplica a los desvalidos como tú, pero que caza y pública en Asturias sin la más mínima de las discriminaciones; como decía al principio: “Llamailo fiu pa que no te lo llame”.