Hablemos bien de España
Una España que nunca ha estado tan bien como ahora, estabilizada y con amplísimo margen para construir futuro, nación socia de organizaciones supranacionales con muchos españoles al frente, un país democráticamente joven pero de gran garantismo y convivencia feliz entre todas las sensibilidades, tolerante, algo machista ibérico pero muy gay-friendly, un mercado turístico actual balear, cultura talayótica, del divino Nadal, Baltasar Porcel, Carme Riera, El Arenal, Ramón Llull, Valldemossa, los mecenas March, Ibiza hippy, plural, de gogós y de últimas tendencias. España, con un sentir de 3.000 años de historia, la patria de impactantes fotos con fuerza única. Rioja de Calahorra, Santo Domingo de la Calzada, Haro y Logroño Womad, Javier Cámara, San Millán de la Cogolla, Cuca Gamarra y cultura del vino internacional, Nájera y su fuero, Ezcaray. Cantabria de mágica Altamira, indianos, vacas, banqueros, Centro Botín, sobaos pasiegos, quesadas e hidalguía, Pereda, Revilla y Santoña, Torrelavega y Colindres, Liébana y Liérganes. Hay que seguir propulsando España, desde las traineras del País Vasco barojiano, unamuniano, de selectos chefs y caseríos, bertsolaris y gente cívica española con acento donostiarra, Bilbao de Guggenheim y barrio chino, Vasconia de héroes españoles como Blas de Lezo, Elcano, carlistas y banqueros, Somorrostro y Loyola, sirimiri e Ikurriña de Bildu y acercamiento de presos, Monte Igueldo, Lope de Aguirre y la peli “Ocho apellidos vascos”. España de duro trabajo, profesionales cualificados y universitarios de gran calidad investigadora y docente, salas de mandos de centros avanzados de alta computación y centrales eléctricas, físicos cuánticos y pensadores que ya explican tendencias mundiales y otras culturas de tú a tú, trenes de alta velocidad, auditorios futuristas, carreteras secundarias desoladas con edificios fantasma, prosperidad muy europea estilo Italia, Francia o así, las fallas de una Valencia de Elche, Denia, de Blasco Ibáñez, Joan Fuster, Vicente Verdú, Manuel Vicent y su horchata, Albufera, Alicante de Juzgado Mercantil y Benidorm. Los Sanfermines de Pamplona en una Navarra de Irati, vasca profunda y foralista española hasta la médula, católica y laica socialista, del Opus Dei y de virreyes, El Roncal y Roncesvalles, la película “Tasio” de Montxo Armendáriz. España Endesa, Iberdrola, Repsol, Fundación Telefónica, Mercadona, Inditex, Caixa, Banco Sabadell, BBVA, donde todo el mundo va de bares y de tapas, toma pinchos de tortilla y ha conocido el paro al acabar la carrera universitaria, con tesoros e ilustrados de toda condición, con las pinturas únicas del Museo del Prado y el mundo madrileño de negocios y chotis, chulapos y Paseo de la Castellana, Torre Picasso, Real Madrid y Palacio de Cristal, con estanque para remar en el amado Parque del Retiro. Un Madrid de Mesonero Romanos, Ouka Leele, Esperanza Aguirre, Leguina y José Prats, Isabel Díaz Ayuso, aquel Madrid de Tierno Galván y de Movida, del “No pasarán”, las aclamaciones a Franco en la Plaza de Oriente, Gallardón y el Museo Romántico, Aluche, Carabanchel, Getafe, Moncloa, Móstoles, Alcalá, El Escorial, La Sierra, Las Rozas, Leganés, Alcobendas, Rivas-Nuevo Madrid, Vallecas y Alcorcón, Moraleja y Cañada Real. Galicia de Breogán, Xosé Manuel Beiras, empanada y humor, Ferrol y caldarium orensano, Compostela de ruta mística de Camino de las estrellas, marisco y percebeiras, Galicia celta, sueva pero también muy romanizada y ancestralmente fenicia de estaño y pueblos saefes, Rosalía, Adolfo Domínguez, Pescanova, Castelao, Otero Pedrayo, Elena Ochoa, Torrente Ballester, Wenceslao Fernández Flórez, Manuel Rivas, Fraga, Feijóo. Castilla y León, de romancero y rutas de caballeros, de Burgos del Cid y catedral, morcilla y jueces de Castilla, misticismo, Castilla conventual y conservadora, de morral y miel, pizarra y plaza mayor, comuneros heroicos y castillos templarios, Aznar, Menéndez Pidal, León astur, de San Isidoro y Lancia, Ponferrada, El Bierzo, Reino astur-leonés, Maragatería, cecina y parlamentarismo, La Bañeza y Babia, Laciana, Julio Llamazares y “Pulcra Leonina”, de Salamanca alma mater, Palencia, Valladolid-Pucela virtuosa, palaciega, sencilla y del austero y humanista Delibes, Ávila teresiana y la Soria machadiana. Aragón de Lanuza, Justicia mayor, Labordeta, El Pilar, maños y baturros, Pirineo oscense, Calanda de Buñuel, amantes de Teruel, Aljafería, hispánica Zaragoza de academia militar, Barbastro y Goya inconformista, visionario. Una Extremadura de Gabriel y Galán, El Brocense, Hervás, conquistadores de América, Las Hurdes, Mérida, bellísimos paisajes, Cáceres Patrimonio de la Humanidad, Monfragüe y jamón ibérico selecto, Ibarra y Jerte sublime, emigración y dehesa. Asturias de Premios “Princesa”, Víctor García de la Concha, Hevia, Ángeles Caso, Diego Carcedo, Graciano García, José Luis García Martín, Víctor Manuel, viajes en Alsa a Luanco y Cangas de Onís, Descarga del Carmen en Cangas, Ovanes, Mieres de Aníbal, Boo, Camales y Nava, La Regalina, Cadavedo y Sotres, Cudillero y Llanes, Castropol, sociedad acogedora regional abierta y cívica, Amelia Valcárcel, las escritoras y pensadoras Nínive Alonso Buznego y Aida Sandoval Rodríguez, Ana Isabel Fernández, Ana I Rubio García siempre, mis novias y fracasos vitales humorísticos y medio trágicos, Xuan Bello y el Aramo High School, la Facultad de Derecho y Federico Villalobos Goyarrola, la revista “Octubre” y las revistas universitarias donde yo escribía y apuntaba maneras, mis amigas todas y amigos sensibles, cariñosos, turbios, amistosos, muy plurales, encabronados y leales, Asturias capitalina ovetense de Mediavilla y los Fernández-Vega, refinada como nuestra elegante y bondadosa Reina doña Letizia, inteligente y sensible. Asturias de gaitas y hórreos rurales, de humor rumboso, legado indiano, gran gastronomía y quesos, Avilés siderúrgico de Ensidesa, Avilés asturiano, una pequeña España de Ana Castro Arévalo con gente de todos los lados, ambiente cultural provinciano y a la vez cosmopolita, carácter irónico, campechano y pensativo, de estadistas y gente algo indómita pero amable, ese Gijón asociativo cultural, abierto ilustrado y muy popular de Muelle y sidras, Jorge Martínez “Ilegal” y Rodrigo Cuevas, gaitas como en Galicia, Asturias de playas preciosas, montañas impresionantes, democrática cultura globcal, historias mineras luchadoras de aurora roja y épico cristianismo de Covadonga y Monsacro. Ese Sur de alcazabas, mujeres bellas de Romero de Torres, manzanilla, tauromaquia y giraldas, Córdoba preciosa, Granada Nazarí, Huelva de Riotinto y Tartessos, Juan Ramón Jiménez, buena gente muy sencilla, generosa y con valores arraigados de dignidad, Blas Infante y Julio Anguita, Marbella de ultra luxe, toreros carismáticos, cultura de flamenco y surf, barrios moriscos y ambiente de Triana y aristocrático señorial entrañable, que se mezcla con el pueblo más guasón, normal y respetado. Esa Cataluña industriosa, Carlos Barral, Mercedes Milá, de homs y dones honrats y botiguers muy mirados con el dinero, pero magnánimos y burgueses con mérito, que dio lugar a la España contemporánea modernista y de Gaudí, Miró, Picasso, Dalí, Fortuny, Renaixença, de pueblo de comarca payesa y cívicas ciudades de gentes de todos los mundos. Murcia de Mar Menor, Totana y Águilas, Paco Rabal, Cartagena del gran literato Arturo Pérez-Reverte, de la Cruz de Caravaca y huerta, Giménez Caballero y esparto. Catalanismo español natural, con una deriva secesionista que no tiene nada que ver con el “seny”. Una Cataluña plural de menestrales con barretina y societat civil catalana, nobles, banqueros y bancarios, comarcas y Costa Brava, Manuel Delgado, Caixa, Jordi Solé Tura, modernista y del Raval. Canarias de cabildo y Teide, trasplante muy fiel a Cuba y Venezuela, guanche y del caballero normando Bethencourt, española hispánica y desdeñosa de lo peninsular, de Alfredo Kraus, sectas ufológicas, pateras y logias, alemanes, silbo gomero, momias guanche, López Aguilar, César Manrique, Rosana y Pedro Guerra. España es país de informáticos y profesores, muchísimo licenciado en Derecho, polímatas, albañiles, médicos, policías democráticos de ley, gitanos y filántropos, pastores de copla, con lebrel y morral, Torres KIO, nueva arquitectura urbana y de bodega, gaita céltica, gran gastronomía, danzas y pasión de Falla, Granados, Albéniz, “Héroes del Silencio” y melancolía suburbana de Sabina, Serrat de “Penélope”, Walt Whitman, éxito en Argentina, Poble Sec, Candela y poesía mediterránea, catalana y española universal. El “Hola”. Quijotismo, Toledo de acero envainado, La Alcarria, Tiétar y Almodóvar manchegos, Antonio Pérez-Henares, revolucionarios fumaos y eruditos de Guinness, faralaes, castañuelas, Aurreskus y contrastes simpáticos. España es Prensa Ibérica, bolos, Anagrama y Debate, Fernando Savater, Mauricio Wiesenthal, Luis Carandell, Ana María Matute, Sánchez Dragó, Hildegart Rodríguez, Almudena Grandes, Jordi Hurtado, Hevia y el mundo ceutí y melillense, un laberinto de Gerald Brenan y Paul Preston, un mundo globalizado al estilo español con vermú y misa de 12 camino infinito universal, el libro de Rafael del Moral “Historia de las Lenguas Hispánicas”, Imperio, constitucionalismo europeísta, barrio, urbanización, aldea con wifi, comunidad participativa hoy muy cívica y más justa. Una España de formas de convivencia familiares diversas, tecnológica y neorrural, tradicional y ya civilizada. Una España de estilos liberales, solidarios y libres, feliz. España es Europa con gracia y un caleidoscopio original, único. Un país que funciona y es plural, sabio y social. Si hay algo que una a todos los españoles es cierto humanismo cercano y de roce, la Corona de don Felipe y doña Letizia, cierto sentido vitalista cordial, la reflexión sobre los otros como seres humanos y nunca totalmente deshumanizados sin ternura, el esfuerzo de sus buenas gentes todas, la honradez y dignidad, orgullo y también una indudable picaresca nacional de superviviente, gentes todas cariñosas. El 12 Octubre es la fiesta de una España justa que triunfa allá donde va, con estrella.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo