Alea jacta est
Lamento mucho tener que decirte esto, pero seamos francos "Julio César": desde que has pasado el Rubicón, cada centímetro de ti se ha vuelto tóxico y, literalmente, creo que necesitas una desintoxicación integral, por tu bien y el nuestro... ¡y con urgencia!
El precio que tienes que pagar no me parece importante porque habrá valido la pena si al final eres capaz de salir del fango, rectificar y deshacer el mal, al menos en parte, que estás haciendo a tu país, y no actuar como alguien que sale de un psiquiátrico.
Desde tu poltrona, quizás puedas negarte a ver la realidad y consideres que todo está bien y no necesitas nada que no puedas controlar a fuerza de palos, purgas y exorcismos, pero la toxicidad está en ti y en los halagos fáciles de la plebe que te rodea, pero puede caer a niveles soportables si eres capaz de preguntarte lo que quizás nunca te has preguntado: ¿soy adicto a la radio y televisión, los "likes", las redes sociales, el móvil, el marketing, el Prozac, los juegos de azar, los gatos, el chocolate, las citas rápidas, las teorías del caos, las estafas...
Seamos realistas, es como si estuvieras viviendo de calimochos, vitamina C y psicofármacos, y todo lo que un amigo podría decirte es que necesitas con urgencia una desintoxicación verdaderamente masiva y sostenida, comenzando con una docena de libros de autoayuda, desintoxicación por inmersión, regresión a vidas anteriores, desintoxicación kármica, visitas guiadas a lugares sagrados, tratamientos térmicos, terapia cognitiva, retroalimentación biométrica y un contenedor lleno de medicamentos...
No estoy seguro de que estés dispuesto a escuchar lo tóxico que es tu tracto digestivo. Necesitas, solo para empezar, probióticos a granel, enemas de limpieza y un par de docenas de suplementos a tomar diariamente durante el resto de tu vida (larga, espero), para mantenerlo bajo control y que los ataques de ira recurrentes, la inflamación, la bilis y las toxinas dejen de ser un peligro para ti y tus seres queridos.
¿Te has preguntado qué pasa en esa cabeza tuya? ¡Vade retro! Si se produjera un "fenómeno anómalo no identificado" (es como llaman ahora a los ovnis), y unos extraterrestres te abdujeran y conectaran un Neuralink a tu cerebro, tus pensamientos, cargos de conciencia, emociones e infidelidades a la mayoría de los que han confiado en ti harían rezumar unas sustancias viscosas de color púrpura por cada orificio y emitir sonidos sobrenaturales de angustia insoportable por el daño ocasionado, al tiempo que renace el espíritu del "cojo manteca", rompiendo semáforos a golpe de muleta, en colectivos que ya no te soportan.
Subido a la ola de la soberbia, entre el fango, seguro que sigues sin darte por aludido, pero quizás me esté refiriendo a ti. Es más, todos sabemos que me estoy refiriendo a ti. Alea jacta est.
Saludos cordiales
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