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La editorial asturiana Hoja de Lata (la misma que había editado el libro de la palestina Adania Shibli, censurada por el sionismo en Alemania) está presentando el libro de Paco Ignacio Taibo sobre la Revolución del 34, y en la Asociación el Llavaderu de Siero, tras la presentación de Tina, tomaron la palabra Ángel de la Calle, Diego Díaz y Marco Antuña.
El primero, dibujante y exdirector de la Semana Negra, por haber dibujado la primera edición del libro, cuando se publicó en fascículos en los años 70; el segundo, en su condición de historiador y director de "Nortes", y el tercero, como sindicalista que en los años 80 se animó a investigar y recopilar los hechos del 34 en el entorno del concejo de Siero.
El UHP fue recordado por Ángel como elemento aglutinador de aquella revolución. Diego consideró (en formato, dijo, de taller de autodefensa memorialista) que los 90 años de la efeméride ameritarían una acción más conjunta y unitaria por parte de la izquierda e incluso de la academia y del Gobierno asturiano, para contribuir al conocimiento y al análisis de esta acción histórica que es valorada internacionalmente. Marco aportó detalles de cómo "gente como nosotros", vecinos y vecinas, tuvieron protagonismo tan decisivo, debido al "clima" y condición de ímpetu revolucionario entre la clase obrera de la época, y, a respuestas de los asistentes, incidió en algunas de las acciones del concejo, como Carbayín y la toma del cuartel, la "batalla de El Berrón", o la expropiación del Banco Herrero.
Los tres ensalzaron el libro de Taibo, el oportuno momento de su publicación en su tiempo, y la necesidad de asumir los hechos históricos y los sueños concretos de la clase obrera de 1934.
Así que, a leerlo o releerlo.
Precisamente la semana anterior Paco I Taibo estaba en Buenos Aires, en una actividad de aniversario del Che, en razón también de su libro sobre el guerrillero heroico.
Y pudimos escucharle en la Facultad de Sociales de la UBA, (Universidad de Buenos Aires, todavía pública y gratuita), en un momento de movilización estudiantil, debido a los recortes de Milei, e invitado por el sindicato de empleados del Estado ATE, uno de los más afectados por los miles de despidos y desmantelamiento de instituciones públicas.
La ATE denominó al conversatorio "Los nuevos desafíos de la Patria Grande", juntando los 57 del Che con el aniversario del nacimiento de Perón, y Taibo esbozaba algunos comentarios sobre esta figura humana, a la que no le daba tiempo ni a abrocharse bien las botas, en su intensa opción revolucionaria.
Allí se insistía (este 8 de octubre) en que hay que "hablar de la revolución" (lo que no se nombra no existe, como decía recién la presidenta mexicana, en cuya campaña también intervenía Taibo), si se quiere honrar al Che, y si se quiere apostar a opciones de transformación.
Y también en territorio argentino, de la revolución asturiana pudimos comentar "el jueves en la plaza", al acompañar la Marcha de las Madres de los Desaparecidos por la dictadura. Marcha en la que se gritaba también: "Milei, basura, vos sos la dictadura", como rechazo a la motosierra negacionista y antiderechos, que quiere eliminar también la Universidad de Madres.
También hubo espacio para recordar que en la Revolución del 34 Visitación Folgueiras apenas tendría 10 años, y hoy en otro jueves en la plaza ha sido felicitada por sus Cien años de edad.
Visitación es Madre de Plaza de Mayo, y había nacido en San Tirso de Abres, y en San Tirso de Abres su alcalde fue asesinado por los franquistas tras el golpe militar: hoy en la presentación del libro de Taibo en Siero estaba presente su nieto Manuel Amago.
Puede que la revolución "no vuelva", sobremanera si no se prepara concienzuda y tenazmente su advenimiento, pero las razones de 1934 y las de ahora, en sus diferencias y similitudes, avalarían que la memoria fértil (como la del 34 asturiano, la lucha contra las dictaduras franquista y argentina, y la construcción universal de las Madres revolucionarias de la Plaza de Mayo) sea utilizada para luchar siempre contra el olvido y las impunidades malditas, y para favorecer las unidades de acción, los UHP comunes en geografías diversas, para acabar con las injusticias locales y globales que degradan a la humanidad.
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