Don Alvarone
Hoy, y sin que sirva de precedente, no hablaré de Sánchez, ya lo hace a diario toda su "camarilla valorativa acompasada". Solo hay que escucharles, todos dicen lo mismo, se nota muy claramente que reciben de Moncloa, o de Ferraz, las "directrices cotidianas de rigor". Bueno, tal vez algunas les lleguen también desde ese grupo de comunicación fiel y primordial para la subsistencia del susodicho.
Ahora está en el alero el fiscal general del Estado, el renombrado Álvaro García Ortiz, imputado o investigado por el Tribunal Supremo. Estuvo bien la parodia de las reuniones con fiscales realizada al día siguiente de su imputación, donde no hubo votación, pero él dice que recibió todo su apoyo, aunque muchos difieren.
En el telediario de la noche de TVE claman: el fiscal general "cree" que cuenta con el respaldo de la carrera fiscal. Y yo creo que hoy soy Paul McCartney, mañana Bill Gates y pasado Luis del Olmo.
En una entrevista ad hoc en el canal 24 Horas de TVE el individuo afirma que como fiscal general del Estado "sabe muchas cosas de mucha gente". Es una clara amenaza a la oposición política, porque este caballerete antes que fiscal es político sanchista, y hará lo que sea necesario, lo está demostrando a diario, para mantener al caudillo en su puesto.
Sr. García Ortiz: "Si tiene conocimiento de cualquier actividad delictiva por parte de alguna persona o entidad, tanto de la oposición como del Gobierno, tiene usted el deber y la obligación de denunciarla, si no está delinquiendo a sabiendas, una vez más. En caso contrario, cállese". Es usted el fiscal general del Estado, séalo actuando en consecuencia o váyase a su casa.
Me desagrada enormemente la "chulería" de todos estos "personajillos" que pululan a diario por las televisiones para "colocar su mensaje" y me repugna que no se les conteste in situ como es debido. Ya sean presidentes, ministros por doquier, fiscales, no hay que dejarles que transmitan únicamente lo que quieran, el periodista debe serlo, sino sobra, solo hace falta una cámara con micrófono.
Que un tipo, del que no quiero hablar, desde Bruselas, exija al PP que expulse del partido a la señora Ayuso, presidenta del Gobierno de la Comunidad de Madrid, y además facilite explicaciones sobre su comportamiento, del que ya ha sido absuelta, y que ningún periodista presente le replique ipso facto que por qué no da él explicaciones sobre las corruptelas de su mujer y de su hermano, del corrupto Ábalos, su mano derecha en otro tiempo, o de la corrupción interna del PSOE.
Siento cierta aversión a determinados medios en los que no se permite el periodismo libre, en los que se censura toda crítica al poder establecido, de un determinado color, y se establecen pautas de tratamiento para cada noticia, comentario u opinión. Eso no es práctica periodística, es adoctrinamiento político.
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