Basta ya de perder el tiempo
Contemplar las imágenes del desastre meteorológico que azotó estos días el Levante y otras zonas limítrofes causa estupor e incredulidad de que estén ocurriendo en nuestro país, pues más parece de una región tercermundista. Si añades las cifras de muertos conocidas hasta ahora -un centenar-, la indignación se apodera de tu ser. ¿Cómo es posible que, a pesar de las advertencias de la Aemet, no se tomaran medidas con tiempo suficiente para paliar esta tragedia? ¿Qué circunstancias se han producido para que la ciudadanía estuviese haciendo vida normal -ir a los colegios y a trabajar- con unos mapas que pintaban señales rojas en algunas zonas?
Ya sabemos que las predicciones no apuntan exactamente al lugar geográfico de la catástrofe, pero sí determinan las amplias zonas que están bajo las consecuencias de una dana, como es este caso. Posiblemente no tengamos conciencia de la gravedad del calentamiento global y así ocurren fenómenos atmosféricos cada día más virulentos que todavía no asumimos. Pero también es factible que los responsables políticos no estén a la altura para tomar medidas a su debido tiempo y evitar un desastre humano, ambiental y económico como el ocurrido estos días.
Apuntan a que se dieron tarde los avisos de alerta, así como las consecuencias de eliminar la unidad de emergencias, considerada "un chiringuito". Ya está bien de llegar al poder para convertirlo en una plataforma de egos personales sin responsabilidad ninguna de tus actos. Encima nadie quiere dimitir o se les juzga después de una década sin consecuencias políticas pues ya han dejado el cargo.
Basta ya de perder el tiempo en sesiones parlamentarias para hablar de fotos con personajes dudosos o de los negocios del cónyuge. La representación ciudadana a través de los votos es para cosas serias, como solucionar la vida de la gente facilitándoles una vivienda, empleos dignos para jóvenes, pensiones suficientes para nuestros mayores y una sanidad pública eficiente, por ejemplo.
Luego están los negacionistas del cambio climático que obedecen a intereses de "lobbies" o consignas absurdas de iluminados, mientras el planeta se sacude con violencia de nuestros desmanes. Es una realidad, las consecuencias de la contaminación no admiten interpretación, son miles de vidas en riesgo de muerte.
Espero que se determinen responsabilidades de la catástrofe producida por esta dana y sus consecuencias humanas, por no actuar con diligencia. Tienen que pagar los gestores de este desastre cuando personas que hacían su vida no volvieron con su familia. Los seguros, el Estado, asumirán los costes económicos de miles de coches apilados en el barro, casas destruidas, calles intransitables, pero nadie devolverá la vida ni la alegría a miles de hogares. Debemos manifestarles nuestra solidaridad y afecto, pero no es suficiente si no pagan los culpables y se ponen medidas para evitar otra dana previsible tal como está el clima.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo