Lementable confrontación en la Tenderina-Ventanielles
Según información publicada en LA NUEVA ESPAÑA del día 20 de enero, parece ser que existen desavenencias entre organizaciones vecinales de la Tenderina y Ventanielles, en relación con la organización de las fiestas de San Pedrín, provocándose una lamentable confrontación que a todas luces ha de resultar negativa y de estimar que no beneficie en nada a estos barrios ovetenses, más necesitados de actuaciones dirigidas a la defensa de los intereses de sus vecinos ante las instituciones que de festejos.
La cuestión es que estas asociaciones carecían de actividad en los barrios señalados desde hacía varias décadas, produciéndose ahora una inesperada reactivación, al amparo de unos estatutos de carácter genérico que proporciona la propia Administración autonómica, en los que se recogen como fines de las mismas una serie de actuaciones orientadas a defender los intereses de vecinos, consumidores y usuarios, fomentar y promover la participación en los ciudadanos en la vida pública, etcétera, todo ello en aras de ofrecerles una mejor calidad de vida.
Entre las actividades que se recogen en los estatutos no ocupa precisamente lugar muy destacado lo referente a las actividades festivas y recreativas que, no obstante y vista la información al principio señalada, parecen ser el centro de la actividad de estas sociedades, en detrimento de los problemas de ámbito de urbanismo, educativo, cívico, sanitario, etcétera, que pudieran existir y que en ocasiones y especialmente en los medios de comunicación se utilizan únicamente como pantalla y justificación de su existencia, limitando finalmente su ocupación a la organización de festejos, con propósitos claramente populistas.
Precisamente llama la atención el hecho de que, habiéndose abierto en la Tenderina Baja una nueva calle hace dos años aproximadamente, a la que el Ayuntamiento ha dado el nombre de Fernando Zuazua, la misma fue provista de la oportuna señalización horizontal, si bien los responsables municipales no se percataron en su momento (se supone) de que, confluyendo con la de Tenderina Baja en el mismo lugar que la de Joaquín Blume, se forma un cruce de cuatro calles sin paso de peatones, único cruce con tal carencia en toda la Tenderina (Alta y Baja), debiendo trasladarse los vecinos para cruzar la calle Tenderina hasta el paso existente junto a la estación de servicio instalada en la confluencia Tenderina-Río Deva o al existente a la altura de la calle Río Dobra, siempre y cuando no opten por cruzar sorteando el tráfico, con el riesgo que ello conlleva y cometiendo la correspondiente infracción. Aún no tenemos noticias de que a alguna de estas celosas asociaciones les haya sobrado un poco del tiempo utilizado para organizar los eventos festivos señalados y haya dado un paso ante el Ayuntamiento para solucionar tan simple problema. Ánimo.
Jesús José Bernardino Pérez, Oviedo
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