No al desmantelamiento de Muface
El 1 de enero de 1978, como consecuencia de aprobar el ingreso al cuerpo de profesores de EGB, ingresé en Muface. Elegí una compañía de seguros sanitaria privada y hasta el día de hoy he venido recibiendo sus servicios de manera satisfactoria. Nada que objetar.
Pero mira por dónde, los que contamos ya bastantes años nos encontramos con la situación que en estos momentos atraviesa Muface. Según las publicaciones, los funcionarios en un 80% aproximadamente reciben los servicios sanitarios de entidades privadas, dado que ellos así lo han decidido cuando son nombrados funcionarios de carrera.
Con respecto a esta situación, quiero aclarar lo siguiente: recibir la prestación sanitaria privada no es ningún privilegio. Pagamos el 30% con carácter general por nuestros medicamentos y en productos de aportación reducida el 10%, con un máximo del 4,24 euros por envase.
Estas cuantías se abonan durante nuestra vida laboral y durante la jubilación, siempre.
Durante mi vida profesional, de casi 38 años, nunca tuve una baja laboral, de lo cual me siento muy orgullosa. Coticé durante la etapa profesional a dos sindicatos, evidentemente en periodos distintos. Ayer, sin ir más lejos, asistimos a una manifestación convocada por un sindicato que lo hizo también a nivel nacional. ¡Cuántas ausencias sindicales! ¡Cuánto silencio cómplice y agradecido! Ver para creer.
Si consideramos los costes de un afiliado a la Seguridad Social y un mutualista de Muface, la cosa no tiene color. Resulta mucho más barato el mutualista de Muface. ¿Entonces por qué no mantener Muface si 1.500.000 de afiliados con sus miembros deberían ser integrados en la Seguridad Social? Cuando sabemos que la sanidad pública, aparte de discursos oficiales interesados, tiene unas considerables listas de espera por mucho maquillaje que las administraciones autonómicas quieran presentar como paradigma. La sanidad pública, quiero resaltarlo con mayúsculas, tiene unos excelentes profesionales, cosa distinta es la gestión de la misma, de la cual nunca se habla.
¿Es cuestión ideológica? Los grupos que sostienen el Gobierno, que son de todos los colores, algunos de ellos no se privan de hacer manifestaciones contra Muface. Por desgracia, no están para dar lecciones y menos para hablar de privilegios.
Lo que funciona bien y de manera muy satisfactoria a lo largo del tiempo para los usuarios del servicio, eso no se debe tocar.
Solo quisiera que imperase el sentido común y que el Gobierno no contribuya al desmantelamiento de Muface por el bien de todos.
Un cordial saludo.
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