La gran política actual
Supongo que no soy la única a la que le resulta frustrante ver cómo nuestros políticos dedican más tiempo a discutir por trivialidades que a resolver los problemas que realmente nos afectan. Las peleas constantes entre partidos y dentro de los mismos por cuestiones banales nos distraen de lo que debería ser su verdadero objetivo: mejorar la vida de quienes los eligieron.
Mientras se enzarzan en debates inútiles, los problemas graves del país quedan relegados a un segundo o incluso tercer plano. Nos merecemos una política que esté al servicio de las personas, no de intereses partidistas y de la distribución de cuatro maletines en las próximas elecciones. Y la catástrofe de Valencia solo ha evidenciado aún más el sistema corrompido que tenemos.
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