Gúguel
A veces, cuando me aburro, busco al azar en Gúguel para ver si encuentro algún tipo de verdad comprobable con meros clics de ratón. En esta ocasión las palabras fueron "Nombramiento", "Extraordinario", "Dirección", "Consejería", "Educación" y... "Asturias".
Hmmm, primer resultado es "Circular de 1 de junio de 2022", a ver qué dice... "2. El Servicio de Inspección Educativa [...] arbitrará el procedimiento para la selección de candidatos [...] con lo establecido en los art. 17 y 19 de la ley 40/2015 de 1 octubre."
¡Qué! ¡Esto no está bien! Esos artículos solo hablan del régimen jurídico de los órganos colegiados, y no detallan proceso de selección alguno.
¿Y el principio de separación de poderes? Un supervisor no debería intervenir en la selección de quien debe supervisar. Por ejemplo, en un país donde los militares designaran al primer ministro, las opciones serían tres: alguien competente (no interesa), un coronel (cantaría mucho), o un pelele (más práctico). Y se trata de evitar todo clientelismo.
Aunque igual se me va la olla porque no estoy contando con el factor personal. ¿O sí?
El servicio referido está formado por profesionales íntegros, de una pasta muy especial que combina la dureza del carborundo con la consistencia de la... Pero, pensándolo bien, también por meros humanos que, perecederos como el resto, sienten en su nuca el aliento numinoso del Ángel de la Muerte.
Y está claro que esta circular tan "rara", u otra norma del mismo jaez, permitiría que alguien falible, allá arriba, designara (digitalmente, siglo XXI) a un pelele para dirigir un centro educativo. Aun sin tener, razono a veces, la antigüedad exigida.
El problema es que, cuando se enviste a un pelele, su aura relumbra atrayendo todo tipo de sabandijas, que quedan adheridas.
Los claustros se dividirían entre la camarilla de las prebendas y la caterva de los infelices: "Esta, reducción horaria. Aquella, sanción por retraso. Este, la plaza trece. Aquel, aparca fuera". Se instauraría en los centros una dinámica pasiva-agresiva paralizante, corrosiva. ¿Docente competente, inteligente, excelente... disidente? ¡Expediente urgente!, diría el falible.
¿Lo académico? ¡A quién le importaría! ¡Que los guajes sean felices!
Castillos hinchables modulares, piscinas de bolas tricolor, guarderías para mayorcitos con pantallas gigantes y laboratorios vacíos. ¡Cachondeo! Entran elfitas y elfitos, tic, toc, salen orcas y orcos. ¡Se han comido al de mates porque puso una ecuación! Pobrecitos, tendrán hambre, pon dieces, no ecuaciones.
Pero bueno, no nos alarmemos. Seguro que mi inferencia patina. Vamos a seguir con Gúguel: "Vacantes cargos dirección educación Asturias"... ¡Cielo santo! ¡92 el año pasado! ¡97 este!
¡El peligro es real! ¡Y en aumento! ¡Podría haber cientos de docentes sufriendo a diario un entorno laboral tóxico, donde los abusos y el mobbing camparían impunes! ¡Una generación de miles de jóvenes de cerebro infante, todos drugos de Alex DeLarge!
Cierro los ojos y veo escándalo, investigaciones internas, auditores externos (quinta planta y centros), sindicatos, prensa, fiscalía, familias movilizadas, debates parlamentarios, destituciones masivas, Bruselas, Villabona.
¡Necesito descartar este escenario dantesco! ¡Rasco en Gúguel, rasco desesperado!
Hmmm, parece ser que, por mucho que mire, nadie ha abusado de esta circular. Solo encuentro público un nombramiento extraordinario, reciente, y el proceso fue transparente.
¡Alivio! Siempre es preferible tener puestos bien vacíos que mal ocupados.
Me siento tonto por haber pensado mal.
Sabiendo que ciertas normativas no van a ninguna parte (Isaías 10:1) y que no hubo designaciones irregulares, puedes dormir tranquila, Asturias, que todo el mundo está en su sitio y los guajes saben despejar la x.
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