Música en la madrugada
"Abuelo, déjame dormir".
Mi abuelo a eso de las tres de la mañana se pone a tocar el acordeón, y ¿cómo sé que es mi abuelo?, pues porque los bajos que da al tocar la habanera "La bella Lola" son inconfundibles ya que siempre se come el silencio de la semicorchea. A veces lo acompaña mi abuela con la bandurria, pero otras veces se queda sentada meditando o leyendo novelas de género negro.
Mi abuelo, que está muy delgado y en los huesos, cuando llega a casa de madrugada nunca me dice nada, no lo siento entrar, se dirige a su habitación, abre la puerta, se sienta en una silla y las notas de la partitura del acordeón compiten con el ulular de la lechuza en la oscuridad de la noche.
Hoy, mi abuelo llegó una hora antes pues cambiaron allá arriba la hora esta madrugada y yo, que estaba en mi primer sueño, apenas lo sentí llegar.
Mi abuelo no utiliza llave para entrar en casa, no le hace falta, mi abuelo y mi abuela murieron hace tres años en un accidente de coche.
Hoy, mi abuelo y mi abuela vinieron a despedirse, tocaron la canción: "Adiós con el corazón", no volvieron más, se comió mi abuelo como siempre el silencio de nota y este silencio me acompañó toda la noche.
A partir de hoy mi abuelo y mi abuela se fueron con la música a otra parte y ya me dejan dormir tranquilo.
A veces la distancia que existe entre la vida y la muerte es una simple nota en el pentagrama.
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