Amarga derrota azul; ¿ridículo?, cero
Comienzo esta carta diciendo que seré totalmente objetiva y crítica analizando el partido Elche-Real Oviedo del pasado domingo.
Como miles de oviedistas soy una ferviente enamorada de nuestro Oviedín del alma, quizás no sea una gran entendida en cuanto a técnicas del fútbol, pero sé discernir con claridad y criterio lo que veo, sacando mis conclusiones de cualquier encuentro; cada persona evidentemente apunta las suyas, las opiniones son muy variopintas y muy abundantes.
El Oviedo partió en el Martínez Valero con la intención de llevarse los tres ansiados puntos, al menos puntuar, la derrota no se contemplaba. Sabían que tenían por delante un difícil partido conocedores de que el rival es un gran equipo que pretende ascender, cuya velocidad es vertiginosa y su posesión de balón muy elevada.
Comenzó el partido con un penalti a favor de los locales (bien pitado) y gol demasiado tempranero. Creo que los jugadores quedaron tocados. Segundo gol, antes del descanso, ¡uf!, se ponía la cosa fea. El árbitro, Ander González, no pitó a Alemão un clarísimo penalti que le hicieron, lo abrasaron a faltas, pasó tiempo en el suelo, ni una tarjeta amarilla por ello al rival.
Llegó la segunda parte, el tercer gol y el cuarto, Aarón, soberbio portero, evitó que se inflaran aún más los goles, el equipo se desplomaba y los tantos psicológicos existen, señores.
En mi humilde opinión, perdimos el partido por mal planteamiento de inicio, fueron cuatro acciones individuales las que provocaron que encajáramos los cuatro goles, tremendos fallos, ¡sí!, y una absoluta falta de concentración. Se le ha echado indirectamente la culpa a Jaime Vázquez, nuestro querido canterano y gran futbolista, a pesar de su corta edad está brillando en el Tartiere; pobrecillo, debe de encontrarse fatal y la culpa no es suya. Claramente le faltaba al lado Dani Calvo, veterano defensa que le hubiera ayudado sin duda a no tener que enfrentarse él a un armario. Un veterano ayuda a alguien que no tiene esa veteranía, lógicamente juega para él.
El mal planteamiento del partido hizo que no funcionaran los laterales, que pocos tenemos, faltan laterales, flojearon los centrales y la defensa; insisto, partido mal planteado.
Creo que la derrota se debió, si hacemos un breve resumen, a que “al Elche le salió todo y al Real Oviedo no le salió nada”. Es fútbol, esto ocurre a menudo y pasa en las mejores familias y en los mejores estadios.
Escribe Joaquín Alonso en “El bisturí” (LNE) que fue un partido desastroso del Real Oviedo. No estoy de acuerdo, nunca lo tildaría de desastroso, desastrosos fueron otros partidos de comienzo de temporada, pero no el del pasado domingo. Considero a este joven Joaquín un gran periodista, ocurre que a veces no se coincide al cien por cien. Tampoco estoy de acuerdo con los que exclaman: “Hicieron el ridículo”. Para mí y para muchísimos oviedistas no hicieron el ridículo, para nada. ¿En qué me baso? En que el Real Oviedo no se rindió, señores, peleó y luchó, no se quedaron dormidos. He buscado todos los significados de la palabra ridículo, ninguno de ellos me encaja para aplicarlo a dicho partido del Oviedo. Partidos ridículos los hubo a principios de la temporada de Calleja, nos echábamos las manos a la cabeza o ¿es que no nos acordamos? Ridículo fue el partido de Copa frente al Ávila… Pedíamos la destitución del entrenador, y ahora salimos con esto. No me gusta hacer leña del árbol caído nunca, menos aún si se trata de los colores de nuestro querido Oviedín.
Ya a punto de finalizar, me gustaría que pensáramos en que lo que dimos fue una mala imagen, algo que no se espera de un gran equipo, hablamos del Real Oviedo. Para mí el equipo no fue el culpable, echaría la culpa a alguien, pero no me atrevo.
Habrá oviedistas que opinen como yo y otros que discrepen. Total respeto, las discrepancias aportan. Nos une el incondicional amor a nuestro honorable equipo azul.
El equipo en el Tartiere es de sobresaliente (seis victorias consecutivas), el calor y el aliento sin cejar de la afición juega con ellos. No debemos ser así solamente en el templo del Tartiere, a domicilio tenemos que creérnoslo también. Con la enfermería vaciándose, con el buen aporte que nos va a proporcionar Portillo, con el debut de Fede Viñas, podemos ganar a cualquiera. Pedimos ser más contundentes, mucho más como visitantes, del Tartiere solo… no se vive.
A llenar el Tartiere este viernes animando como siempre hacemos y de la manera “en que lo hacemos” para conseguir una sonada victoria ante el Huesca. Así podremos poner un Punto Pelota.
PD.-Otro día hablamos de los arbitrajes, de la Federación de Fútbol y del Comité de Árbitros, ¿os parece?.
En Primera o en Tercera, ¡Siempre Oviedo!
Con todo mi cariño, fuerte abrazo, lectores.
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