Estoy impresionado, señor Barbón
Me ha impresionado ver y escuchar a este señor tras el 41.º Congreso de su partido apreciando su rostro de felicidad, de convencimiento y expresiva buenaventura que me reafirma que debe de beber, diariamente, el bálsamo de Fierabrás.
Tras el congreso me doy cuenta de que en dicho partido se cumple la frase "ahí no hay nadie que diga ¡ay!", y eso es preocupante, pues no hay nada más vergonzante que hacer creer al ciudadano que en ese congreso hubiese debate de ideas. Ganar con una aceptación del 90%, con la que les está cayendo, me lleva más allá de los Urales o quizás a la Serranía de Perijá y, naturalmente, demuestra que el objetivo congresual es disponer de una mesnada cuantitativamente mayor para aniquilar a quienes no piensan igual.
El aplausómetro al estilo castañuela de la vicepresidenta Sra. Montero y ese encumbramiento de besos y abrazos a la enamorada anfitriona Sra. Begoña ha sido una escenografía personal más que un congreso de las ideas y proyectos. Se parecía más a los siglos XIV al XVIII, si bien confío en que no termine en finales de reinas en estado de apuro. Si a ese besamanos unimos la presencia en primera línea de aduladores, indultados de ERES y hasta el desaparecido y nefasto Zapatero, la desvergüenza política y pública está servida.
Escuchar parte del monótono y triste congreso era oír vocablos repetitivos de: ultraderecha, derechas, manos negras, fangos, lodos, antidemocracia, temor con algún medio de comunicación, cuidado con los jueces y vuelta a empezar. Voy a tener la curiosidad, si llega a mis manos el documento final, de ponderar cuántos artículos se dedican a la educación, la sanidad, el bienestar, la vivienda, la cultura, el deporte o cualquier tema profundo que sí es importante para la sociedad y voy a medirlo con el volumen de artículos referentes al control del partido, de sus estructuras y sus militantes.
Un partido de 145 años cuyo acrónimo lo califico de Partido Sin Orden Establecido (PSOE) ha caído, según mi opinión, en tal descrédito que no es el continente como partido el que falla, sino el contenido de sus moradores.
Salir a los medios henchido, con cara de ensoñación, sin una línea de autocrítica y convencido de que ha sido un fabuloso acuerdo presupuestario de financiación para Asturias el reparto catalán demuestra, sin dudarlo, que a Ud., Sr. Barbón, le es aplicable la frase "aquel que observa no derrama menos sangre que quien asesta el golpe".
Realmente me da pena, como ciudadano, ver un congreso rodeado de lo que tantas veces se describe. A saber: acompañamiento de amnistiados defraudadores, juzgables, estar sustentado por quienes golpearon duramente a compañeros del partido y ahora reclaman ser nación y, en definitiva, rodeado de escándalos Koldo, Aldama, Ábalos, fiscal general, correos de @moncloa.com o de un PNV que, por cierto, desde su congreso inaugural ha ido de la izquierda a derecha para su propio provecho y no para el conjunto del Estado.
Para terminar, Ud. está convencido, sin más explicación, en defender el fFederalismo. Yo confío en que no tengan que frenarle sus propios compañeros como lo han hecho a dos figuras que defendían el federalismo republicano separatista. Me refiero a los nefastos Indalecio Prieto y su enemigo Largo Caballero, que tanto daño, según mi lectura, hicieron a la estabilidad de aquella España. Creo que sería interesante conocer su base política e ideológica en la que Ud. se basa, porque confío en que el colegio y el instituto pasase por Ud. y no se quedase con la ignorancia de una lectura interesada.
Sé que la solución no pasa por que gobierne el PP, pero no es menos cierto, según mi criterio y pobre opinión, que tampoco son Uds., pues cizañan todo lo que tocan. Por ello le sugiero dejar de utilizar el Fierabrás para su Congreso en Asturias y se aplique el bálsamo de tigre que amplía el beneficio y seguramente atraerá a la mesnada con más facilidad para superar el 90%.
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