¡Tengan dos dedos de frente!
Qué horrible comienzo de día. Tengo que salir a los recados y, ya cuando iba camino del baño restregando las lagañas, oía el viento, el agua... Bufff... Tremendo. A ver cómo me arreglo.
Pero eso es nada. He visto que ha media mañana habrá pelín de sol. Así que aprovecharé e iré al súper más cercano a traer lo realmente necesario para el finde.
Lo grave, ¡lo dolorosísimamente grave!, es que, cuando le doy vida al móvil, ¡lo primero que me salta! El titular del diario local «Avanzaremos en la retirada del monumento a los Héroes del Simancas». Así lo confirmó ayer la directora general de Memoria Democrática, Begoña Collado.
Begoña y Begoña bis. ¡Par de Begoñas!
No sé qué voy a escribir, solo sé que siento un especial interés en que sea publicado, por lo que, desde el principio, estoy sometiéndome a una represión que me tiene...
Lo que tal me hace sufrir, el no poder usar las palabras que, espontáneamente, me brotan. Y lo que ¡aún más! me dispara la tensión sanguínea: que mis palabras no tengan la milagrosa condición de poder convertirse en hechos... O, lo que estaría aún mejor; que esta llegara a toda Asturias y que toda Asturias, aunque solo fuera por esta vez, demostrara que, en efecto, al menos los asturianos, en verdad pertenecemos a una especie inteligente. ¡Pero! Ya saben lo de Calderón y los sueños. Lo cual no impide tenerlos.
Ayer escribía, lo publicarán o no, mi parecer sobre Pepe Álvarez. Y decía, creo, que, no hay prau sin mala yerba. Lo decía, aunque en asturiano, con un pensamiento general. Hoy, ahora, quiero precisar. En todos los campos mentales hay mala yerba, en los praos mentales asturianos, no es que la haya, es que los desborda.
Por favor, leedme todos. No para satisfacerme. Ni para, únicamente, hacerme el favor a mí, ¡hacéroslo a todos! Mostraros como la especie que, supuestamente, somos e impedir que se lleven a efectos semejantes desvaríos.
Me despido como lo hacía en los tiempos en que cartas escribía: Gracias anticipadas por vuestra amable consideración.
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