Torres más altas cayeron, Torres
El recital de Aldama en los juzgados viene a ser una resonancia de la parte oscura del sanchismo. Esa placa deja claro que el sanchismo tiene el sistema ganglionar hecho unos zorros. Si extraen el nódulo central, que la UCO identifica como “núcleo corruptor”, medio Gobierno se iría tras él al cubo de los tejidos patológicos desechables. La conmoción es seria, hasta el punto de que la presunción de inocencia puede sufrir alguna sacudida.
En ese clima deletéreo, el ministro Víctor Ángel Torres, un dirigente de trayectoria acreditada, sufre de un tiempo a esta parte una pesadilla recurrente. Sueña que hace prácticas de vuelo sin motor y que, de pronto, su aparato entra en picado dejando tras de sí una estela turbia de humo negro. Su psicólogo no le acaba de encontrar sentido a que un artefacto sin motor ni combustible genere humo. Menos mal que el ministro se despierta sobresaltado una enésima de segundo antes de darse el batacazo que sería letal por necesidad.
Conviene recordar, aunque a lo mejor no viene a cuento, que el recital de Aldama se abre con el aria de las mascarillas. Torres, presidente entonces de Canarias, les compró la mercancía pero, a diferencia de otros dirigentes, no exigió mordidas. Se contentaba, al decir de Aldama, con un “meublé” en Atocha para cosas. ¡Piano! Lo de “para cosas feas” no está en la partitura Aldama; sería una interpolación espuria, probablemente malintencionada. Pero ocurre que la gente, tal vez harta de comer “llámpares” y berberechos, arrastra desde la última glaciación una inclinación genética a pensar mal, y repite lo de “si el río suena...” como si se tratara del principio de gravitación universal.
Total, que la gente piensa que el que quiere casa para cosas guapas la busca en El Idealista, o en Alpaca sin ir más lejos. No se enreda con comisionistas. “Quae cum ita sint”, por más que saque pecho y se presente erguido, Torres ya está más escorado que la torre de Pisa. Si el mejor argumento contra Aldama es que Sánchez le niega credibilidad, los puestos bajo sospecha mejor se van buscando otro abogado.
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