Diez años son una eternidad
Recientemente, “Time” ha nombrado “personaje de 2024” a Donald Trump. Mucho antes, esta misma revista también nombraba “personaje del año” a un tal Adolf Hitler.
Pero digamos que hoy el premio de “personaje del año” tendría que haber sido para una mujer meritoria y digna, víctima de un hombre depravado e indigno, la mujer que sobrevivió a la cosificación más extrema imaginable y, sin embargo, siguió siendo poderosa y convincentemente ella misma: Gisèle Pelicot.
Esta semana le han caído veinte ridículos años al marido de Gisèle, un monstruo subhumano llamado Dominique Pelicot, y penas diversas, de entre 3 a 20 años de prisión, a los 51 desechos humanos condenados (blancos, negros, magrebíes de todas las edades y profesiones), a los que filmó violando a su esposa.
Diez años duró esta grotesca traición, una eternidad.
Como todos recordamos, Dominique Pelicot drogaba a Gisèle hasta dejarla inconsciente, administrándole sedantes triturados en la comida o la bebida, y, luego de someterla químicamente, invitaba a hombres que conocía por internet a abusar sexualmente de ella.
Filmaba las violaciones y las archivaba meticulosamente en su ordenador, junto con los nombres de los violadores y descripciones obscenas de los actos.
Así, durante esos diez años, se produjeron “escenas de barbarie” en las que ella era “una muñeca de trapo, una bolsa de basura” a merced de medio centenar de hombres.
A lo largo del juicio, Gisèle había declarado: “Cuando te violan, hay vergüenza, y no nos corresponde a nosotros sentir vergüenza, sino a ellos".
Diez años. Es difícil comprender la magnitud de la traición y la insignificancia de las penas.
Desde aquí, mi reconocimiento a esta mujer increíble por su valor y dignidad ante el sufrimiento y el ultraje a manos de una sociedad desnortada, sin educación, sin alma y sin principios.
Me pregunto si, con toda la diversidad de sucesos luctuosos y criminales que estamos viendo y viviendo, aquí y allá, un día sí y otro también, debemos realizar un esfuerzo más por retrasar la extinción humana.
Saludos cordiales.
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