No se quién me lo ha enviado
Hay quien dice que “todo está escrito”, que “ya todo ha sucedido”, que la película ha estado filmada desde el principio de los tiempos y que nosotros somos el resultado de meros cameos y espectadores a un tiempo.
¿Quién de verdad sabe del asunto? Yo no, por supuesto. De manera que me limitaré a escribir lo que, a grandes rasgos, dice el guion que recibí. Vaya Ud. a saber de quién.
Relata la llegada de Pedro Sánchez a su Juicio Final.
Le recibe, como a todo el mundo, San Pedro: Hola, Pedro -le indica una silla- Ponte lo cómodo que quieras. Vamos a tener una charla...
Le interrumpe Sánchez: Disculpa, tocayo, pero, si no soy yo el que decide la entrevista, solo hablo con quien sea mi igual. Avisa a tu jefe de que estoy aquí.
San Pedro nunca discute. Aprieta el botón del interfono: Señor...
También le interrumpen del otro lado: Lo sé, Pedro. Házmelo pasar.
Se encuentra Sánchez cara a cara con Él, que le indica la silla frente a sí: Siéntate. Ya sé todo lo que vas a decirme, pero quiero oírlo de tu propia voz. Adelante.
-Bueno... Ya que has sido tú quien ha decidido mi exilio de la Tierra, quería solicitar asilo en tu reino.
¿Y por qué, según tú, debería concedértelo?
-... Bueno... Soy... He sido, Presidente de España. Yo creo que eso me da derecho.
-Ese ha sido el cargo que ostentaste, pero ¿qué has sido tú, cómo has actuado?
-He gobernado por decisión del voto de los españoles...
-El voto de la suma con otros votados por los españoles. ¿Por qué te han votado los españoles a ti? ¿Y por qué te han apoyado esos otros a los que otros votaron?
-Bueno, me han votado porque han considerado que yo sería el mejor Presidente para España.
-Todos. ¿Los que te han votado a ti y los elegidos por otros votantes, con los que tú has pactado?
-Bueno... Sí... Claro.
-Debes recordar con quién estás hablando. Aquí las mentiras no son cambios de opinión. Volveré a preguntarte.
-Aquellos con los que has pactado para hacerte con la Presidencia, ¿buscaban con ello el bien para España y los españoles?
-Bueno ... Era necesario pactar...
-¿Pactar, para hacer el bien a España y los españoles, con los que querían el mal para una y otros?
La pregunta despierta la arrogancia, temerosamente escondida, de Sánchez: ¡Claro que sí! ¡Y también quiero recordarte que yo era considerado Supermán en la Tierra!
Y yo recordarte a ti quién soy, para que recuerdes que no necesito recordar nada. Lo sé todo y lo tengo presente todo. Y, como diría un tal Marino que, de vez en cuando, escribe una carta a LA NUEVA ESPAÑA, “aquí, Supermán, pal cagayán”. Hace un gesto hacia la gran pantalla que acaba de aparecer a su izquierda.
-Te presento unas imágenes del “Cagayán” a dónde vas.
Sánchez sigue su mirada y comienza con desgarradores alaridos mientras, lentamente, es absorbido por la proyección
-¡Yo no fuiii! ¡Todo fue la fachosferaaa...!
Lo que ve no lo sé.
Aquí se interrumpe el guion. Solo añade que lo que tiene Sánchez ante sus ojos es algo tan espeluznante que provocaría un shock, seguramente mortal, al más insensible y frío de los mortales.
Yo solo puedo añadir que, a mí, aun corriendo ese riesgo, me habría gustado verlo. ¡Pero...!
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