Hola de nuevo Jesús, te toca nacer este diciembre de 2024, por si se te olvida
Hola de nuevo, Jesús. Te mando una segunda carta porque el otro día descubrí una nueva enfermedad que se llama ELA. Hablé de esa enfermedad en la clase de biología, me tocó a mí buscar sobre esa dolencia, y al final de la exposición me puse a llorar. Esas lágrimas me cayeron porque también busqué qué ayudas tenían y, de momento, nada les han dado.
Te vuelvo a decir que, si quieres, te puedes quedar dentro de María, pues lo que te voy a contar te va a hacer sufrir más de la cuenta. Mi madre sigue muy preocupada por mí, y mira que yo no le pregunto como antes porque la veo demasiado taciturna, no sé lo que significa, pero suena muy bien. Este año me he propuesto no enfadar a mi madre nunca más.
Busqué, mientras hacía los deberes, algo sobre la "ley ELA", porque nos han obligado a hacer un trabajo en clase sobre esto. Mi madre, siempre atenta a pillarme en algo, me sorprendió por detrás y me explicó lo que les pasaba y añadió que por eso ella me manda a clases de fútbol y natación, por si las moscas.
Acabo de leer a una persona que escribió que este Gobierno les había prometido a los enfermos de ELA que les iban a dar bastante dinero, luego te pongo abajo la cantidad cuando la encuentre, pero al final lo desvió a reparar el metro de El Cairo. Jesús, sé lo que es la ELA, solo pensar que me quedo en una cama para siempre, sin poder jugar al fútbol, ni ir a la playa en verano, se me saltan las lágrimas.
Mis ansias por encontrar la verdad me llevaron a un vídeo de un señor muy simpático que me lo dice indirectamente porque no encuentro nada en la ley que sacaron los del Gobierno en Madrid. Mi madre dice que está en un BOE, que es una especie de boletín informativo, no entendí mucho, pero lo tuve en mis manos.
Este señor tan simpático deja claro que ha leído en un periódico digital que el Gobierno mantiene sin financiación la ley ELA, y él añade que "el Gobierno provee 227 millones para obras del metro de El Cairo". Mi madre me mandará al psicólogo en breve porque me volvió a pillar llorando. No entiendo por qué España tiene que pagar eso cuando tenemos personas en España que se van a morir porque no pueden mover los músculos de los pulmones, ni nada de su cuerpo. Conchita, la profe de biología, nos explicó que al final ya no pueden ni respirar porque les fallan los pulmones y el corazón también.
Jolín, Jesús, yo no quiero que estas personas se mueran. Creo que es mucho mejor darles cuidados cada día, pues si están solos y nadie los cuida, como no tienen unos músculos grandes y poderosos como los míos por el fútbol y la natación, se mueren. Voy a ponerme a dar la lata, no sé cómo puedo hacerlo, pero ayudaré a estas personas que no pueden ni ir al baño, ni comer, ni ducharse, ni saltar, ni nada de nada.
Jesús, te voy a ofrecer un gran sacrificio, tú lo sabes bien, comeré avena sin fresas en todos los desayunos de las vacaciones, y cenaré ese puré de verduras chino que tanto odio. Pero, prométeme que conseguirás que esa ley ELA salga cuanto antes. Te prometo que voy a dejar de llorar, pero la condición es que tengan personas que se ocupen de ellos.
Oí al ministro Bustinduy que concluía de esta manera, "la ley va a ofrecer cuidados asistenciales y clínicos a las personas con ELA a través de un soporte integral y personalizado". Espero que no sea por internet. Quiero ver personas que los cuiden, los traten bien y los quieran, que también lo necesitan. Eso te pido, Jesús, personas que sean sus ojos, sus manos, sus brazos y sus Ángeles de la Guarda.
Me despido de ti hasta el 24, pues esa noche naces y quiero estar despierto, para mandarte un abrazo fuerte desde mi cama, sé que lo sentirás desde la distancia. Te deseo paz y bien, pásalo bien y como eres un tercio de Dios, ya te portas bien. Hoy te envío esta canción tan tan bonita, sobre los Reyes Magos, es en inglés, pero tú lo sabes todo porque eres un tercio de Dios, "We, three kings of orient are". Nos la enseñó la profe de inglés esta semana, hoy empiezan por fin las vacaciones. Ya iba siendo hora de ser libre. ¡Hala, con Dios!
P.D. ¡Me encantaría que me contestaras, please!
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