Tráfico en zonas escolares
La condición natural del ser humano es la de peatón, entre otras varias.
Muchos conductores no sólo ignoran ésto al volante, sino que también olvidan que en sus familias existen personitas con padres y con ojos...
Hoy he vuelto a ver los ojos de terror de dos niños, unos 9 y 10 años, al cruzar el paso de cebra...¡¡¡ con semáforo verde para peatones !!!, cuando, un coche de alta gama, negro, cuya matrícula no he podido memorizar pero a cuya conductora no voy a olvidar, se saltaba el ámbar para los coches y despreciaba las siluetas despavoridas de los dos niños esquivando de una carrera aquélla máquina de matar.
A ver, situémonos: Cada día una escena similar se repite en la confluencia de las calles Fuero de Avilés y Camino de Heros, subiendo los coches hacia el Hospital San Agustín una vez superada la rotonda superior de la Avenida San Agustín a toda velocidad, como si de un rallye se tratase.
A pesar de que la zona de acceso al Colegio San Fernando está correctamente señalizada y en las "horas punta" de entrada y salida de los escolares un agente uniformado de la Policía Local dirige el intenso tráfico, se puede observar perfectamente cómo cuando el Policía da la espalda al "punto negro" que nos ocupa para dar salida a los coches que bajan del colegio, se juegan la vida los niños que cruzan el dichoso paso de peatones, ineludible para los alumnos de esta zona de Avilés que no viven el colegio (todos, ya que no hay internos en el "Sanfer"...).
Hay además una cámara giratoria situada en lo alto de un imponente mástil en la glorieta de dicha rotonda, con lo cual existen pruebas gráficas de lo que expongo.
Desde aquí pido al Ayuntamiento de Avilés o a quién corresponda que se decida a poner lo único que falta en zonas escolares, la verdadera medida disuasoria para conductores "cafres", que convence porque "rasca" los bolsillos (la factura del taller suele hacer "pupita" a la gente cuando se le averían los bajos): Una línea de losetas elevadas "estropea-coches", badén o cómo se llame, como mal menor ante el aumento de conductores "desgracia-niños" en potencia, muy numerosos, que yo cada día veo más salvajes al volante en zonas escolares.
Ruego para que antes no ocurra un atropello mortal.
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