Se necesita inversión pública y privada para relanzar la economía
Este gobierno sigue riéndose de todos nosotros, despreciando el respeto por la inteligencia de todos los españoles. Es sagrado cumplir con el programa con el que se concurre a las elecciones, de lo contrario deberían irse a mentir y engañar a su propia mamá.
Señores políticos, ustedes no son los importantes en esta feria que se montan cuando llegan, ustedes se deben a los ciudadanos.
Recuerdan los discursos de investidura de los grandes presidentes de antes de cualquier país democrático, todos repetían una frase obligada, que "gobernarían para todos por igual". Este gobierno, y cualquier otro del signo que sea, se debe a quien le votó y a quien no; son las reglas del juego democrático. Pues no, estos intrusos arribistas, solo gobiernan para ellos. Los demás pasaban por allí, serán tratados como unos rivales que no les convienen a los españoles, como si estos no supieran lo que les conviene.
A Sánchez le conviene tensionar el ambiente, ya lo decía ZP a Gabilondo. Solo saben dividir la sociedad y crear confrontación.
Duele tragarse un gobierno que es sostenido por corruptos, delincuentes y fugados, dándoles impunidad a cambio; apoyado por socios como Bildu y otros partidos con los que decía Sánchez antes de necesitarlos que no pactaría jamás. Es una realidad indecente en toda su esencia desde la máxima institución del Estado democrático. El jefe del Estado por ahora no lo podemos refrendar cada cuatro años, pero incluso así, toda la familia real está dando un ejemplo de compostura, respeto y valentía que no vemos en Sánchez. Comprar el poder al precio que sea no es ser demócrata, es puro arribismo y perversión.
Un país solo va bien cuando los ciudadanos (familias, empresarios, autónomos, trabajadores, funcionarios, pensionistas, enfermos, mayores...) van bien, no si los políticos medran y el PIB crece a costa de empobrecer a todos con un encarecimiento de la vida que mete miedo.
Todos pueden apreciar cuando llegan a fin de mes que su sueldo y pensión no cunden igual a hace seis años, con lo cual estamos mucho peor. Hay que hacer malabares para estirar la economía familiar: cesta de la compra, luz, vivienda, hipoteca, renta... cómprate un coche para uso personal o laboral, vean y comparen el precio con hace seis años. Reparen vivienda, adquieran electrodomésticos (televisión, frigorífico, lavavajillas, lavadora...) paguen seguros de todo tipo (vivienda, coche, vida, muerte...) tasas universitarias, libros, vestidos y alimentación de hijos; impuestos de todo tipo, muy especialmente los que hacen engordar las arcas del Estado. Todo para el bienestar de los políticos y todos los chiringuitos que se montan para cargos, subvenciones, despilfarros, corrupciones, prebendas para comprar poder... Paga una residencia de ancianos que cuesta el doble de la pensión que se tiene...todo está imposible.
Pues tenemos que escuchar a voz viva a este presidente y todo su gobierno presumir de que España va como una moto. Para todos ellos sí, para el resto precariedad laboral, sueldos que no dan, una sanidad con listas de espera de verdadero escándalo, unos políticos enzarzados en el "y tú más" incapaces de mejorar nada, solo van y les importa lo suyo.
La política es la profesión donde el comportamiento, la educación, el respeto y la capacidad debieran ser más exigentes, pues no, vale cualquier caradura e inepto. Vean quién llega a presidente de una Comunidad como Asturias. Vean todos los integrantes del gobierno de Sánchez, incluido él y sus socios preferentes para mantenerlo y ellos lograr impunidad y más.
La política está devaluada como jamás ha estado.
Un gobierno que lo apuesta todo a un turismo empobrecedor con salarios y empleo precarios, a un gasto público que lleva a un endeudamiento sin límite y freno; a un aumento del empleo público que degenera lo existente, a una mano de obra barata proveniente de una inmigración sin regulación. Necesitamos inmigrantes, pero con regulación, todos los necesarios que vengan a trabajar y no a delinquir.
Necesitamos inversión pública y privada para facilitar industria que genere dinamismo económico y consumo a su alrededor. La inversión privada hay que ganársela desde gobiernos serios, que apoyen a inversionistas y no que los crujan a impuestos. Ayudar a reflotar empresas. Inversión en obra y vivienda pública, no en chiringuitos para ustedes y para regalar prebendas con dinero de todos para aferrarse al poder.
Necesitamos un gobierno y unos políticos que trabajen juntos por el bien común, no para sí mismos.
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