El Rayo, "la Faba" y el Oviedo de 2025
Cuando empieza un año nuevo casi todo el mundo se plantea propósitos de mejorar. Hay también personas que no se los plantean porque nada más que intentan sobrevivir y para esas personas una simple "caña" con amigos, tumbarse en el sofá para ver una serie que les permita olvidar durante un rato su día o sencillamente ver a sus hijas e hijos crecer y disfrutar de la inocencia es toda una empresa de mejora.
Luego están esas personas que, por supuesto, no se parecen en nada a estas últimas y con respecto a las primeras tienen cierto desajuste en entender lo que es mejorar.
Estos días paseo por mi cuidad y me encuentro con los tres tipos de personas que acabo de mencionar, igualmente leo la prensa y justamente es ahí donde más veces me tropiezo con quien no entiende lo que es mejorar y con quien no disfruta de placeres sencillos. Piensen en un cargo de gran importancia para Oviedo, piensen en quienes rodean ese cargo por decisión propia y sí, exactamente, verán que son esas personas a las que intento describir.
Estoy escribiendo esta carta y una IA me responde a mi pregunta con esta respuesta: 5 años, 6 meses y 20 días. Eso es lo que lleva en el cargo una de esas personas y cada día que aumenta esa suma de tiempo me acostumbro menos a mi ciudad. No se equivoquen, me encanta Oviedo, pero a la vez me están arrebatando las ganas de un placer tan sencillo como pasear por ella.
Lógicamente en un debate o ante micrófonos y cámaras, la lista de "cosas" que se han hecho en el tiempo que mencionaba será larga, pero es normal, están ahí para hacer "cosas", por mí y por los doscientos cuarenta mil habitantes de la muy noble, muy leal, benemérita, invicta, heroica y buena. Sin embargo, ¿están ustedes a gusto con lo que contiene la lista? De algo seguro, pero ¿a qué ustedes los cargos de Oviedo les encantaría estar en el primer grupo de personas del que hablaba al principio de la carta? Del grupo que quiere mejorar. Pues siento decirles que para eso deben pasar primero por el de la gente sencilla.
Es la misma gente que no necesitaba una rotonda con forma de faba para saber lo que es el tráfico denso, porque cada día lo soportan al ir al trabajo, al llevar a sus hijos a una actividad, al ir a ver sus padres ya mayores que viven en la otra punta de Oviedo. Es la misma gente que no precisa de un bulevar en la avenida de Galicia, para ennoblecer aún más la parte noble de la ciudad. Es la gente que ve una programación cultural que no piensa en ellos, solo en quienes viven en las calles más leales.
Mejorar una ciudad es hacerlo en todas direcciones y no en base a un gráfico de tendencia de votos electorales. Dense un paseo por el centro y luego dense otro, por ejemplo, por la calle El Rayo. Sí, es una calle de Oviedo, con mucha historia, noble también, invicta desde luego y heroica por supuesto. Quienes viven o pasean por ella son héroes y también beneméritos, como dice nuestro escudo. No obstante, no lo son para los cargos que ni saben lo que es mejorar de verdad ni tienen objetivos de vida humildes.
Reflexión y propósito de enmienda es lo que les deseo al cargo número uno y acólitos para este nuevo año, aunque el paso del tiempo me demuestra que tal vez es una aspiración demasiado ambiciosa.
Los castigos son muy diferentes a las consecuencias. Tal vez, estaría bien que antes de que nos aborden las consecuencias de su "leal" hacer debiéramos escarmentar dicho hacer con penas sencillas para que comprueben lo que sentimos, por ejemplo, con veinticuatro horas dando vueltas a "la Faba" en un taxi que ustedes mismos conducirían y pagaran la carrera, o trabajando en las zanjas que van a aparecer al hacer el bulevar en la avenida de Galicia (vaya por delante que a los vecinos de esta calle no les deseo mal alguno), pero por el mismo sueldo que quienes realmente van a hacer las zanjas, o teniendo que alquilar un local en la plaza del Fontán mientras ve lo que su grupo de personas pretende hacer con ella para el visitante, no para los ovetenses, y por último pero no menos real, intentar, y fíjense que me quedo en eso, en intentar, vivir en mi ciudad en un piso digno, con un alquiler digno o una hipoteca "anti-ahogos" mientras creemos que ustedes, los del tercer grupo, los que ni saben lo que realmente es mejorar ni tienen placeres sencillos, van a cambiar algo.
Gracias por este dos mil veinticuatro y, por favor, mejoren todo Oviedo.
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