A tu memoria, profesor
Hay figuras en nuestra infancia que no podremos olvidar jamás, y en mi caso y en el de mis amigas esa figura fue más que un profesor, un amigo en aquellos maravillosos años. Su nombre es Héctor Fernández Martínez. Hoy, tristemente, tenemos que decir adiós a una persona que imprimió en nosotras el valor de una sonrisa: la suya. Siempre estuvo a nuestro lado educándonos, apoyándonos y dándonos la fuerza necesaria para que, una vez fuera del colegio École, pudiéramos enfrentarnos a la vida sabiendo que es mejor sonreír que llorar. Y es que, a pesar del rol profesor-alumno, la nuestra fue una relación de cariño. Después del curso en el que Héctor fue nuestro tutor, mis amigas y yo decidimos mostrarle con un detalle todo lo que había significado para nosotras, y él nos respondió con unas palabras que aún oigo en mi interior: «Tú y tus amigas habéis conseguido, en un momento, que merezca la pena seguir educando, y que pueda estar orgulloso de tener alumnas como vosotras».
Que nuestras letras sirvan para que permanezcas en nuestra memoria y en la de todos aquellos alumnos que han pasado por tus clases y te han querido como nosotras lo hemos hecho.
Sara Caminero, Carlota Cima, Lucía Fernández
Oviedo, Viella y La Fresneda
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