Despropósitos del fútbol español
Desde hace unos años, se están produciendo una serie de acontecimientos en las competiciones del fútbol español, especialmente en Primera División, que llevan a pensar que existe una corrupción sistémica en el mismo, todo ello con el beneplácito de la Real Federación Española de Fútbol, la Liga de Fútbol Profesional, el Consejo Superior de Deportes y la UEFA.
¿Cómo es posible que la Supercopa de España se vaya a jugar a Arabia Saudí? Debería ser en territorio español. La final de la Supercopa la juegan el campeón de Liga y el campeón de Copa. iFin! Ahora claro, poderoso caballero es Don Dinero. Así llevamos a cuatro equipos a Arabia, sobre todo llevamos al Real Madrid y al Barcelona, y, venga, dinero a espuertas (hay que recordar quién empezó esto, el Sr. Rubiales, que afortunadamente ya no está, y un jugador de fútbol que no voy a nombrar, pero que todo el mundo conoce).
¡Competición adulterada!, fundamentalmente por el F. C. Barcelona. Me explico. En el año 2000, el Barça se negó a jugar una semifinal de la Copa del Rey frente al Atlético de Madrid. Se le dio el partido por perdido y fue sancionado por el Comité de Competición, entre otras cosas, con no participar en la Copa del Rey del año siguiente. Llegó la temporada siguiente y el F. C. Barcelona entró en el sorteo como si nada hubiera pasado. ¿A esto cómo se le llama?
Después de una gestión pésima, este club se ve con el agua al cuello económicamente, no cumple con el "fair play" financiero, pero ficha (con palancas), inscribe jugadores a destiempo, por lo civil o por lo criminal. La inscripción de Dani Olmo y Pau Víctor la concedió cautelarmente y fuera de plazo el Consejo Superior de Deportes, o sea, el Gobierno. ¿A esto cómo se le llama?
¿Y el caso Negreira? Lo más grave que ocurrió en el fútbol español en los últimos 50 años. Se descubrió hace más de dos años y seguimos como al principio. Se está llevando la instrucción del caso por un Juzgado de Barcelona, con informes demoledores de la UCO, pero al final quedará todo en nada. Pero independientemente de la resolución judicial, a estas alturas tendría que haber al menos una sanción administrativa y, sobre todo, una sanción deportiva. Con menos gravedad algunos equipos fueron sancionados, por ejemplo, la Juventus o el Olimpic de Lyon. De no ser así la competición está adulterada, ¿o no? Se pagaron desde 2003 hasta 2018 más de 8 millones de euros por parte del F. C. Barcelona al vicepresidente del Comité Técnico de Árbitras. Espectacular.
Todo esto y mucho más lleva a nuestro fútbol no a una competición deportiva, sino a un desastre. El deporte queda en un segundo plano. Solo se piensa en el dinero.
¡Qué ruina de país!
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