Tápame, tápame, tápame
En mis años jóvenes nos enseñaban un cuplé que cantaba Olga Ramos y después Sarita Montiel que decía:
"Tápame, tápame, tápame,
tápame, tápame,
que tengo frío.
Si tú quieres que te tape,
ven a mí, cariño mío".
Hoy nos hace falta taparnos, pues está un día en el que llueven perros y gatos, como dicen los ingleses.
Cuando yo era pequeño iba con mi padre y el burro con los ganchos a buscar una carga de hierba. Para no mojarme llevaba un saco vacío de patatas y le hacía una capucha, y así por lo menos si no llovía mucho no me mojaba tanto, aunque al final acababa tan mojado como un "pito" sin plumas. En aquella época no los había de plástico.
En mi casa, para los domingos teníamos un solo paraguas siete parroquias, que lo cuidábamos como oro en paño, pero para diario no lo teníamos.
Hoy por la tarde salí a dar la vuelta al pueblo porque a mí, si no salgo, me cae la casa encima, porque ir a Ribadeo como vamos los domingos no lo aconsejaban por el temporal y el viento, y yo creo que se va a acabar el mundo porque no encontré a nadie en todo el recorrido y no tenemos ningún bar abierto en Castropol. Quieren que nos volvamos abstemios. Nada, se acaba el mundo. Yo creo que es culpa de Trump.
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