El no tener que se tiene
NPI. Eso es lo que tienen, de la libertad, los nacidos posteriormente a 1976.
Ayer he tenido que ir al médico. Solo para acceder al mostrador de recepción, una cola de no menos de veinte metros. ¡Y vaya ritmo de atención! Lo justo para mis nervios.
Antes de ir intenté comunicarme por teléfono. Qué risa me da. "Todas nuestras líneas están ocupadas. Inténtelo de nuevo más tarde".
¿Seguridad Social? ¡Lo era!
Eso de ir a donde quiero cuando quiero... Eso. Qué risa. Hasta para ir a cortar el pelo hay que pedir cita. Tengo un corte de pena, porque hace tiempo que decidí comprar una maquinita y maquinármelo yo. Un desastre, pero para los cuatro pelos que me quedan digo yo que, si no se me mira mucho, y no sé por qué me van a mirar...
Y lo de cortar el pelo -reconozco que mucho más mal que bien- lo he podido solucionar a mi manera, pero es la excepción. Para cualquier otra gestión, cuando menos, colón, hasta para pedir cita.
He tenido que vender el coche por causa ajena a mi voluntad. Pensaba que no podría vivir sin coche. "Pensaba", pasado. Ya antes de venderlo había empezado a considerar que el tenerlo era más bien una llaga, un continuo pagar ¡obligatorio! Por todo. Y un circular sometido, restringido, ¡asfixiado por lo condicionado!, hasta en lo económico. Por les caleyes ye el únicu sitiu que no tienes que pagar peaje.
Y tengo que ir al banco... Jo. Otra llaga.
Mijitos, sobre "libertad", lo que imaginéis, lo que os cuenten, lo que, desafortunadamente, visto lo visto, pensáis, pero eso no es saber. Para de verdad saber hay que experimentar. Y eso, mientras no podáis viajar en el tiempo...
¡Ah! No intentéis aprovechar el viaje "pedagógico" que la ministra Yolanda va a hacer a Gijón para preguntarle al respecto. Aunque ella está muy impuesta en esto de la "libertad" y, además, se explica muy bien, tiene el mismo criterio que vosotros al respecto.
El maestro Ciruela puso una escuela. Y, según, que no sabía leer ni escribir. Así que...
Yo, para mí, sí conocí la libertad, la de verdad. No ese exabrupto en que habéis convertido su actual significado.
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