¡Otro asesinato de una mujer! suma y sigue sin soluciones
Cuándo se dice una muerte más, que la mataron por ser mujer o incluso se le denomina por un dirigente con responsabilidad de años como presidente de terrorismo machista o de género; y, ya está, sin más, está resuelto el tema, él, pasaba allí. Con sumar otra víctima se queda tan pancho sin asumir alguna responsabilidad. Con culpar a los hombres malvados, machistas empedernidos, casi unidos con un único fin de deshacerse de mujeres, ya quedan libres de polvo y paja. Pues no, quien no es parte de la solución ya forma parte del problema.
Es la vida misma, cargada de mucha violencia, de mucha mala educación, de muchas adicciones y mucha necesidad de convivir con quien no se conoce lo suficiente para ello. Tarados existirán siempre. Nadie quiere poner en manos de profesionales de verdad, para sumar y señalar vale cualquiera, para poner soluciones sobre la mesa se necesitan profesionales de cada ramo implicado (psicólogos, psiquiatras, sociólogos, criminalistas, policías, filósofos... Todo aquel con experiencia en biología del comportamiento humano. De todos modos, creo que todo está en una mala educación de base, donde la disciplina, el respeto y los valores sean el pilar.
No es terrorismo que un individuo o cincuenta por separado cometan asesinatos, no lo hace ningún grupo organizado, ni nadie mata a nadie por ser mujer, ya que entonces estaríamos hablando de un genocidio estructurado por odio enfermizo, le sobrarían su mamá, abuela, hermana, vecina... Y no es así. Tampoco podemos decir que sea de otra forma en concreto, de lo contrario ya hubiéramos dado con el remedio a tanta tragedia, en este caso contra la mujer, contra la pareja en casi todos los casos.
No es de recibo llevar veinte años de chiringuitos feministas, con leyes más bien sacadas de la chistera por pura frustración, señalando a los hombres en general, con presupuestos inmensos, cargos muy golosos sin límite y sin dar cuenta alguna... Todas sus medidas solo consiguieron añadir más problemas al problema, no dieron ningún resultado, todo lo contrario, cada vez más recuento sin pedir responsabilidades a quien cobra por poner soluciones. Y si tienen que señalar a alguien, que sea ante un juez con pruebas suficientes.
No pueden generalizar de ese modo, uno o cincuenta asesinos no representan a ningún colectivo entre millones de personas. Es tal la ligereza de estas feministas a la hora de hablar de ello que veinte años son pocos para seguir escuchando los mismos discursos misándricos sin justificar sus cargos, salarios y presupuestos.
Creo que sobran todos esos chiringuitos, ya caducaron sus discursos contra el patriarcado y el machismo, debemos dejarlo en manos de un grupo de profesionales dispuestos a estudiar el común denominador y empezar a poner claves de por dónde ponemos freno a tantas muertes y agresiones.
Nadie habla de drogas y en especial del alcohol, la droga que cambia mentes, la droga social bien vista, pero una droga causante de muchas de las violencias en las parejas y otras muchas violencias, suicidios y agresiones. Existen otras causas que no seré yo quien las razone, deben ser esos profesionales quienes las encaren con valentía: abuso de fuerza bruta, uso del victimismo y de leyes discriminatorias o beneficiosas, ultimátum, amenazas, familia, hijos, intereses, deudas, hipotecas, cargas familiares, vivienda, vicios, juego, apuestas, entorno, enfermedades mentales, trastornos sin más... No se puede proteger a nadie de alguien que desprotegemos y le relegamos a la miseria como persona y futuro. Ante la ley debemos ser todos iguales, lo contrario es crear un campo de minas en el que podemos caer cualquiera; nadie es bueno o malo por naturaleza y género, lo es por condición y demostración. Lo único real y cierto es que nadie tiene derecho a acabar con la vida de nadie. Si hay hombres que lo hacen, no podemos quedarnos de brazos cruzados contando tragedias, hay que ponerse manos a la obra, urgentemente nombrar un grupo de trabajo, darles todo el presupuesto de todos los ministerios y conserjerías feministas que, por lo visto, ningún resultado positivo dan a un tema que nos causa mucho dolor y angustia a todos, verán que en poco tiempo estaremos empezando a disminuir lo que parece un sinfín de tragedias entre quienes convivían y llegaron a amarse por momentos, eso creo.
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