Atrévete estudiar para trabajar en... sabe Dios
Esta semana terminaba de ver la segunda temporada de la serie "Merlí, sapere aude" (atrévete a saber) sobre filosofía y la verdad es que me ha gustado mucho. La vi porque me aparecieron en Facebook fragmentos de las clases de Merlí sobre Filo, una de mis asignaturas favoritas en el colegio Meres. Te hace pensar. Escribo, luego existo.
La serie está muy bien hecha. Su protagonista, Pol Rubio, también bautizado como Apolo en la serie, vive atormentado por su condición de bisexual. El miedo de siempre, decirlo a la familia y a los amigos. Es un estudiante brillante a la vez que reivindicativo. Lucha por los derechos de sus compañeros.
Los compis de la Uni están representados por el clásico pijo, el tonto, la guapa que liga con todos y todas y la argentina revolucionaria. Pol pone a vivir al pijo pensando que no tiene problemas y en verdad sí los tiene. Pensamos que los que se limpian sus posaderas con billetes de 50 euros no tienen dramas en su vida y claramente los tienen, pero de otro tipo.
Finalmente, la serie termina con una cruda realidad de hoy en día de todo universitario. Pol Rubio se saca la carrera. Ya tienes el diploma y, sorpresa, termina trabajando de pintor. ¿De qué le ha valido estudiar? Los conocimientos están ahí, solamente que ahora tiene que pensar en la mezcla del color que pinta una habitación.
¿Estudiar una carrera sirve de algo? Sirve. ¿Encontrarás trabajo de lo tuyo? Solamente Dios lo sabe. En mi caso, terminaba la carrera en 2007 en Reino Unido. He luchado por homologar el título en España y, tras varios años de espera, no he logrado nada. A efectos legales en España tengo el Bachiller. Así estamos.
Ya sé que no puedo cambiar el mundo yo solo, pero al menos hago reflexionar a los demás sobre mis vivencias. La formación es clave, trabajar en lo que has estudiado es magia como hacía el mago Merlín.
Sapere aude: "atrévete a saber".
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