Perú colonial

5 de Febrero del 2011 - Javier Arjona Muñoz (Siero)

Recientemente Nacho González proyectaba imagenes de su viaje a Perú y en Cambalache la gente de COSAL debatía sobre algunos temas de actualidad de aquel territorio, entre ellos el Centenario de Arguedas, los agrocarburantes metidos a machamartillo en la selva, o las expectativas electorales de Fujimori, Toledo y otras propuestas neoliberales.

Yel jueves nos amanecemos con que, en sede monárquica de Madrid, le otorgan un marquesado a Vargas-Llosa, que también fue candidato presidencial derrotado en Perú, y cuya "ideología" anti-peruana, por ser anti pueblos originarios, resulta portaestandarte del moderno intento de eliminación de indios y de sus derechos.

¿Es eso lo que premia la corona española en el marquesado a Vargas? ¿Se trata de otra reminiscencia más (además de los títulos nobiliarios y su significado anti-democracia) del antiguo Virreinato en las tierras del cuerno de la abundancia?

Arguedas versus Vargas.

El escritor José María Arguedas, de cuyo nacimiento se cumplen cien años, y ese Centenario ha sido motivo de fuertes disputas entre un ejecutivo que ha trampeado para no declarar "el año de Arguedas" tratando de posponer el enorme significado de la obra de Arguedas, "a favor" de los pueblos que habitan el actual Perú,

es la antítesis de Vargas Llosa, desde cualquier punto de vista en que se pueda comparar.

Arguedas amó a su gente, se comunicó en quechua, trató de interpretar a los Pueblos Andinos frente al extremo racismo de las élites peruanas, resultado en la distancia "un defensor" de indios, que jamás perdonarán los mandamases de Lima.

Vargas en cambio, odia a los pueblos indígenas, con añadido cínico de que se ha aprovechado históricamente de ellos, para denigrarlos, y para hacerse un hueco en las empresas editorales.

Cuando le designaron para coordinar una comisión de investigación sobre la matanza de periodistas en Uchurajay, no solo contribuyó decisivamente a ocultar ese crimen horrendo, premeditada estrategia para impedir futuras informaciones periodisticas en terreno militar contra las comunidades andinas (véase ahora resultados de la Comisión de la Verdad) sino que arropó esa complicidad con una novela de distracción Lituma en los Andes, "robándoles al alma" en cierto modo a las víctimas de aquella atrocidad.

Una rebelión con tintes de leyenda ( en territorio brasileño, pero trasladable a cualquier otro lugar latinoamericano) como la protagonizada por Antonio Conselleiro, le sirvió de trampolín a Vargas cuando escribió la Guerra del Fin del Mundo modificando a su antojo el escenario, pero sobre todo copiando con descaro la estupenda obra anterior de Euclides Da Cuña El Sertao.

Amazonia, contra el fujimorismo-militarismo.

Los Pueblos Amazónicos del Perú se han levantado, pacíficamente, varias veces contra los decretos presidenciales, que han tratado ahora y siempre, de desmantelar la Selva para venderla barata al extranjero a cambio de baratijas. Uno de esos levantamientos o movilizacion prolongada tiene una fecha trágica en un 5 de junio, dia mundial del medio ambiente, con la masacre de Bagua.

Vargas en línea antiindia se lanzó a denostar a los amazónicos y a defender al gobierno de Alan García, con un descaro inusitado que por sí sólo bastarían para enjuiciar, siquiera éticamente al grupo Prisa impulsor de esa politica antiindigena.

Para máyor escarnio, Vargas escribe el Sueño del Celta, y cuando Roger Rumrill, el principal informante del novelista al respecto, le ofreció organizar un viaje por la zona indígena donde hay por supuesto memoria viva, Vargas declinó. Para él la literatura no guarda compromiso con la veracidad ni siquiera cuando hace historia. Sus desvelos además son por el indígena remoto, no por el indígena presente. El mejor indio, el indio muerto (Bartolomé Calvero, catedrático en Sevilla).

El toledismo recampante, con asesores del CNI español.

Toledo flirtea en las acomodaticias encuestas electorales en el primer lugar de las preferencias. La validez de dichas encuestas es la de quienes la pagan, nada despreciable en este caso. Pero el panorama electoral peruano es en si mismo particular, y si no a ver quien se atrevia a pronosticar que el politico más denostado d ela historia peruana, Allan García, fuera a ganar la presidencia en segunda vuelta, con todas las inversiones y presiones puestos a su favor, incluido la más importante proveniente de Wasinton..

Toledo es tan "traidor" como Alan Garcia. Alan traiciona al Apra histórico al mismo nivel que el Psoe de Felipe Gonzalez o Zapatero traiciona al de Pablo Iglesias. Y Toledo se "presentó" como "indio" con simbologías Incas en los momentos de declive del fujimorismo asesino, asesorado no solamente por su esposa extranjera antropóloga, sino por miembros confesos del CESID español durante el gobierno de Aznar.

La particularidad peruana es que Fujimori está preso, condenado casi a perpetuidad por algunos de sus numerosos crímenes. Pero no está condenado por los negocios que despojaron a Perú, entre ellos el muy decisivo de la venta de la Telefonia peruana a la Telefónica española en tiempos de Felipe González, lo que supuso puntualmente un fuerte espaldarazo al reciente golpe cívico-militar de Fujimori en 1992.

Fujimori está preso y condenado pero sus secuelas son muchas, con miles de víctimas, y con miles de beneficiarios de sus medidas extremistas, que suponen ahora un imprescindible apoyo electoral a su hija Keiko, tanto como para mantener estos años en el poder a Alan Garcia, socio parlamentario del fujimorismo asesino.

En ese panorama las expectativas de Ollanta Humala (con su hermano Antauro también en prisión) son limitadas, pese a que, a diferencia de hace cuatro años, cuando el etnocacerismo, de importantes raíces en algunas zonas rurales del Perú, y la red de reservistas del ejército, dieron la victoria en primera vuelta al joven ex-militar que había tenido una peculiar y exigua sublevación en los últimos días del fujimorismo, ahora, una parte de la fragmentada izquierda peruana, ha sido invitada a apoyarle.

Hugo Blanco, cual inca eterno.

En términos modernos se podria decir que la civilización Inca practicaba, entre otras modalidades la Soberania Alimentaria. Y Hugo Blanco, allá en el Cosqo, con un historial legendario de luchas agrarias e indígenas, sigue militando activamente, en Defensa de lo comunitario, con instrumentos tradicionales y modestos como su revista Lucha Indígena, y con el enorme prestigio de su longeva aportación a la rebeldia latinoamericana.

Por eso mismo, el taita Hugo se confronta, ahora y siempre, con el marquesito españolizado, y le da tremenda reprimenda a los académicos suecos que le premiaron para que las barrabasadas modernas de Vargas tuvieran mayor apoyo del sistema, y las comunidades, pueblos y naciones indias fueran agredidas moral y fisicamente por los administradores del Nobel.

http://www.luchaindigena.com/2010/11/carta-abierta-de-hugo-blanco-a-mario-vargas-llosa/

Más información: http://www.pachakuti.org/textos/hemeroteca/2011_1/entrevista-nacho-peru.html

Sybila, viuda de Arguedas: http://www.kaosenlared.net/noticia/sybila-arredondo-100-anos-arguedas

Hugo Blanco se cartea con Arguedas: http://www.luchaindigena.com/2009/05/cartas-entre-jose-maria-arguedas-y-hugo-blanco/comment-page-1/

Centenario y movilización: Arguedas Cien años sembrando la quinua de Mil Colores. http://www.servindi.org/actualidad/35990

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