O tempora, o mores
Hace unos días se hicieron públicas las denuncias que habían efectuado los inspectores de Educación por unos supuestos malos tratos hacia ellos por parte de responsables de la Consejería. Hoy conocemos que el departamento de Educación vincula esa denuncia con la decisión de suprimir los diez días de permisos adicionales que los inspectores disfrutaban hasta el año pasado y que fueron retirados, por no tener ningún soporte legal, en una medida respaldada tanto en el Juzgado de primera instancia como en el Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA), tras ser dirimida en los tribunales.
Esta curiosa relación, a tenor de lo conocido hasta ahora, entre los denunciantes y las luces y sombras de sus condiciones laborales me recuerda lo que A. J. P. Taylor, con ironía, resaltaba señalando cómo en Oxford toda conversación sobre el declive de la civilización "venía a significar que los profesores universitarios carecían del servicio doméstico que habían disfrutado en épocas pasadas y ahora debían hacerse su propia colada".
O tempora, o mores.
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