Lo que interesa al sistema, o el valor humano
No sé si en los años 60 éramos conscientes de la necesidad de política y más política, pero si sé que fue una de las décadas más felices de nuestra historia moderna. ¿Nos imaginamos una política que trabaja en silencio para el beneficio de la sociedad, con una cuarta parte de efectivos, los de arriba y los de abajo, sin que ni siquiera se les conozca, algo así como por vocación? -y por economía-. En ese sentido, admiro a los sanitarios, docentes, cuerpos de seguridad, o barrenderos que hacen su trabajo para el bien común sin esperar nada más que su sueldo, como cualquier trabajador. En realidad admiro a las personas humildes en general.
Estos días he conocido a un ruso que ha podido escapar de la cárcel, perseguido por su fe religiosa no adscrita a ningún régimen. Es un hombre joven, valiente, de esos que se la juegan por los suyos, pero muy humilde. Eso despierta en mí aún más admiración. Creo que hoy la humildad o la modestia, no se valora y no se promociona. Tantas redes, tanta tele, tanto ruido mediático, proporciona a los beneficiarios del sistema la propaganda interesada, y eso hace que en parte, personajes despreciables alcancen la gloria que jamás soñaron ni Velázquez, ni Unamuno ofreciendo un modelo de éxito que está desviando a la sociedad. En el otro lado... ya lo hemos visto, ni siquiera Jesús el hijo de Dios al que dice servir el mundo de la cristiandad llegó a ser popular. Él dijo: "Pero a mí, un hombre que les ha dicho la verdad que le escuchó a Dios, me quieren matar" (Juan 8:40).
Sí, la verdad es peligrosa frente a la gente entregada a sí misma. ¿Cómo enfrentarse al rechazo de una generación tan poco interesada en los valores de la moral o de la ética?. O... ¿qué hacer para interesar a los jóvenes en una vida más profunda, más intensa, más humana, más digna, más honorable, más auténtica, más provechosa?. Pues... primero adquirir esos valores, y después hacerlos atractivos a nuestros hijos y nietos, y... ¿por qué no?, a todo bicho viviente, a través de una ética y una conducta ejemplar.
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