Actividad física y salud

Los que saben hacer las cosas, las hacen; los que no saben, enseñan a hacerlas; los que no saben enseñar, enseñan a los que enseñan; y los que no saben enseñar a los que enseñan, se meten a políticos (Muriel Barbery, en La Elegancia Del Erizo)

Con ese título, el de Actividad Física y Salud, se celebró hace unos días una Jornada en el Auditorio Príncipe Felipe; la inauguró el Consejero de Sanidad, con unas acertadas palabras: imaginaos que hay una pastilla que nos protege de los ataques al corazón, de las enfermedades cardiovasculares y de ciertos tipos de cáncer; que te ayuda a mantener el peso, que previene la diabetes, y que encima te pone de buen humor y te facilita la relación con los demás; pues esa pastilla la tenemos, es el ejercicio físico mantenido diariamente; muy acertadas palabras, pero incompletas e ¿inconscientemente? envenenadas, porque no aclaró quién es el profesional más cualificado para prescribir esas pastillas ni dónde se deben adquirir (imperdonable omisión en un Consejero de Sanidad que inaugura una Jornada con un título tan ambicioso).

No es asunto menor este olvido: si las autoridades sanitarias suelen tomarse la molestia de alertarnos de los peligros de comprar medicamentos fuera de los establecimientos habilitados para ello, ¿por qué no lo hacen con la Actividad Física?¿por qué sí les vale a los gobernantes legisladores, no lo olvidemos- que en gimnasios e instalaciones deportivas de titularidad pública o privada, escuelas deportivas, e incluso algunos colegios concertados, se puedan ejercer profesiones relacionadas con la Actividad Física y el Deporte y prescribir ejercicio físico sin tener la cualificación suficiente y necesaria para abordar su tratamiento de forma saludable psíquica, social y físicamente?

Muy sencillo: porque al haberse permitido históricamente tal contexto de cualquiera sabe de esto, parece ser que en breve las autoridades sanitarias tienen previsto acaparar esa competencia profesional; no sólo no hemos solucionado la alegalidad imperante en las profesiones de la Actividad Física y del Deporte, pudiéndose ejercer en Asturias sin ninguna formación, título o capacitación (el 69% de los actuales profesionales del deporte sólo cuenta con estudios de secundaria, ejerciendo sin cualificación específica Instituto Nacional de las Cualificaciones, 2004), sino que ahora resulta que el personal sanitario va a ser formado para prescribir ejercicio físico; incluso nos mostraron un práctico y manejable manualillo de bolsillo para dicho cometido sanitario. Ahora que ya se ha demostrado, en multitud de estudios científicos, que tanto consejo de nutricionista no solucionaba el gravísimo problema de salud pública que tenemos ante nuestras narices, sino que el epicentro del problema es la falta de Actividad Física, quieren "deshabilitarnos" como aquellos a quienes deberían derivar a los que precisen de tal atención.

¿Quién nos ha engañado a todos los que hemos estudiado ciclos formativos, enseñanzas deportivas de régimen especial, diplomaturas, licenciaturas, e incluso doctorados, para formarnos convenientemente en materia de Actividad Física y Deportiva, algunos hasta durante 8 años metidos en una facultad o sea, que faculta? ¿Hubiéramos perdido tanto tiempo, ilusión y dinero si sospechásemos que éso se despacha con un solo libro del tamaño de una agenda?

Afortunadamente, y como sabemos que el personal sanitario no es nuestro rival, sino nuestro cómplice y aliado, la mente lúcida del pediatra André Meana abundó en un mensaje, el que un grupo de unos 50 miembros, allí presentes, del colectivo de profesionales de la Actividad Física, llevaba inscrito en una camiseta impresa para una Jornada en la que nos sabíamos ninguneados (2 no!! 3 horas de Educación Física a la semana, ya que mientras abundantes directrices europeas y el propio CSD están exigiendo un aumento de las horas de Educación Física escolar, las autoridades educativas asturianas las han recortado sin miramientos); así, recalcó a los oyentes la urgente necesidad de aumentar las horas de Educación Física escolar, no hasta 3 horas, sino hasta 5 a la semana, bajo la dirección de maestros y profesores de Educación Física, que son los que van a amueblar los cuerpos y cabecitas de los jóvenes practicantes: psíquica, afectiva, emocional, social, y físicamente (y por ese orden) en todo lo relacionado con el aprendizaje de lo motriz y de la instauración y mantenimiento de un estilo de vida activo y saludable. Tampoco sobró, en su brillantísima ponencia, la sutil pero certera, contundente y preocupante observación: como pediatra he visto muchas cosas raras en muchos equipos deportivos de categorías menores.

Con médicos así, da gusto trabajar. No nos pisemos la manguera y trabajemos en equipo, por un futuro saludable en el que los ciudadanos sepan quién es (y debe ser) el médico, y quién es (y debe ser) el profesional de la Actividad Física y Deportiva.

Juan Luis Paz Martínez

Ilustre Colegio Oficial de Licenciados en Educación Física y en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte