Quo vadis, UE?
Si algo bueno tuvo la reciente elección de Trump, es un decir, es que su forma de comportarse ya ha aclarado definitivamente sus verdaderas intenciones, sin tapujos especulativos. Lo más preocupante para la UE es el trágala que Trump pretende imponerle, principalmente en el caso de Ucrania, aunque no solo. En un alarde de matonismo a lo "Far West", ha ignorado y humillado, en la figura de Zelenski, a Ucrania y, como un daño algo más que colateral, a la UE en su particular y chabacana ocurrencia para resolver el más peligroso riesgo que actualmente sufre Europa entera. Este hecho, más allá de las formas, totalmente repudiables, tanto desde el punto de vista del derecho internacional, la diplomacia y la más mínima lealtad hacia la UE, solo muestra la soberbia pretenciosa de un grupo muy reducido de multimillonarios, con un vendedor de pisos a la cabeza, imponiéndose a la voluntad de los representantes de más de 450 millones de europeos. La UE se enfrenta de nuevo al dilema de Hamlet sobre "el ser o no ser" en un momento muy delicado. Esperemos que sus líderes acierten en las inmediatas decisiones que tienen que tomar.
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