Aristóteles lo dijo
Uno de los elementos que más condicionan el comportamiento humano en la vida pública y social es la comprensión de lo que acontece en el mundo. La complejidad que caracteriza los diferentes acontecimientos actuales y, lo que es más importante, cómo se cuentan está provocando, en general, un grado de confusión cada vez más preocupante. Lo primero que cabría decir ante esta situación es que esto no ocurre por casualidad, existe una estrategia que provoca esta confusión, basada en proporcionar aluviones de información desordenados, en muchos casos banales, e incluso hasta falsos, creando mucha turbiedad cognitiva. Se trata no de alimentar el conocimiento de la realidad, sino de crear una obesidad mórbida informativa. Su finalidad última es fomentar la ignorancia y la docilidad social, anulando cualquier atisbo de crítica por parte de la ciudadanía con su realidad, algo que es antinatural, porque como decía Aristóteles, hace más de dos mil trescientos años: "Todos los hombres por naturaleza desean saber".
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