Cuestión de huevos
Un truco de magia de duración limitada, el proceso Haber-Bosch, está ahora perdiendo su eficacia, ya que el amoníaco sintético que produce, utilizado para fabricar fertilizantes industriales, está degradando el suelo.
El efecto inmediato hace que el cultivo de cereales sea menos eficiente y, por lo tanto, más costoso. Sube el pienso, y, cuando sube el precio del pienso para pollos, suben los pollos y suben los huevos.
De hecho, algunos supermercados estadounidenses, como Walmart, están racionando la cantidad de huevos que una persona puede comprar al día, a la vez que el precio de la docena ha llegado a los 9 euros.
Nada por lo que preocuparse si es usted un huevón, pero si resulta que es huevero cotidiano como yo (lo del colesterol es un cuento chino), mal asunto.
Hemos progresado adecuadamente criando vacas más lecheras, cerdos de crecimiento más rápido, novillos más robustos, cultivos de mayor rendimiento y gallinas que ponen más huevos. Hasta ahí.
Ahora viene mi frase favorita: "Disminuir el consumo de carne podría salvar las vidas de 80.000 millones de animales al año", lo que parece sugerir que, si dejáramos de comer cerdos, vacas y demás, las granjas se convertirían en zoológicos repletos de animales tristes y aburridos".
Algo así como argumentar que la anticoncepción salva la vida de los niños porque los bebés que nunca nacieron no pueden morir en accidentes automovilísticos. Nos engañan.
Desde enero para acá, el precio de los huevos se ha multiplicado, y eso son malas noticias para los españoles, amantes de los huevos, que dependemos de ellos como fuente barata de proteínas y nutrición en un entorno alimentario generador de obesos.
¿Qué está pasando con los huevos? La respuesta corta es el virus de la gripe aviar (IAAP), que está sembrado el caos a nivel mundial. ¿Tendremos que usar mascarilla triple capa para comer huevos?
Le cito desde aquí para vernos en el supermercado, donde tendremos la posibilidad de visitar la sección de productos básicos, peores y más baratos, pero comestibles, donde están los huevos. Deje de comerlos y, en vez de ahorrar dinero, le costará más dinero.
Nos lamentamos, pero durante demasiado tiempo hemos actuado como si la agricultura no fuera nuestro problema, un asunto de campesinos, ajeno a nosotros. Pero ahora no tenemos huevos... para desayunar.
El precio de los huevos se nos ha disparado, cierto, pero tenemos un buena noticia y es que, al menos por ahora, una docena sigue siendo una docena. Luego llegarán los pollos mutantes que producen leche, los yihadistas de tendencia izquierdista que roban tus libertades y granjeros transexuales con tractores que cultivan sin semillas. Un sindiós.
Hoy desayuné huevos con tocino, pero sin huevos, ya que los más baratos se han vuelto una porquería. Espero que las vacas no se contagien de la gripe, la "aviar", ya que no me gustan las palomitas de maíz sin leche... de vaca.
Saludos cordiales.
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